El Tribunal Federal 5 de Buenos Aires emitió ayer una sentencia histórica, en la que Alfredo Astiz, Jorge El Tigre Acosta y otros diez represores de la dictadura argentina recibieron condenas a cadena perpetua por crímenes cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA). Por ese centro de detención clandestina, el mayor de la dictadura argentina, se estima que pasaron más de 4.500 personas.

En los 22 meses de audiencias por este juicio declararon unos 160 testigos de distintos casos de secuestros, desapariciones y torturas, comprendidos en la llamada “megacausa” ESMA. Muchos de ellos fueron sobrevivientes de ese centro de tortura.

Un año sin Kirchner

Las políticas en materia de derechos humanos son uno de puntos altos -reconocidos por partidarios y opositores- del gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), de cuya muerte se cumple hoy un año. Fue el ex presidente quien en 2003 promulgó una ley, aprobada por el Congreso, que anuló las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final, que daban impunidad a estos crímenes. Ese cambio legal permitió juzgar, entre otros delitos, los que están comprendidos en la "megacausa" que tuvo sentencia ayer.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que mantiene un luto riguroso por su esposo desde hace un año, no tiene previsto llevar a cabo actos oficiales para recordarlo hoy, pero sí están previstos homenajes familiares y otros públicos, organizados por distintas organizaciones sociales y políticas.

El juicio incluye 86 víctimas, entre ellas las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, la fundadora de la asociación Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, sus compañeras en la organización Mary Bianco y Ester de Careaga, y el escritor y periodista Rodolfo Walsh.

La agrupación HIJOS convocó a esperar el fallo, previsto para las 18.00, hora argentina, en la puerta de los tribunales. Allí se instaló una pantalla gigante para seguir este juicio oral y público. Luego de un retraso que, según informaron los medios locales, se debió a la deliberación de los jueces, los tres integrantes del tribunal -Daniel Obligado, Germán Castelli y Ricardo Farías- comunicaron su pronunciamiento, a partir de las 20.15.

Para entonces habían asistido a escuchar la sentencia familiares de las víctimas, representantes de la embajada de Francia en Argentina, integrantes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y de Abuelas de Plaza de Mayo.

El tribunal anunció que no hizo lugar “a los planteos de cosa juzgada ni de inconstitucionalidad de la defensa”, ni “a la nulidad del proceso” que pidieron algunos defensores, ni tampoco a los argumentos de que los delitos prescribieron o fueron amnistiados.

Luego comunicó los fallos emitidos para cada uno de los 18 represores acusados. Doce recibieron condenas a cadena perpetua. Se oyeron silbidos en la sala cuando se mencionó el nombre de Astiz, que durante la dictadura se infiltró en Madres de Plaza de Mayo, haciéndose pasar por hermano de un desaparecido, para conseguir información acerca de ellas.

Al igual que Astiz y Acosta, fueron condenados a cadena perpetua Oscar Antonio Montes, Antonio Pernías, Raúl Scheller, Jorge Carlos Radice, Alberto González, Néstor Savio, Ricardo Miguel Cavallo, Adolfo Donda, Julio César Coronel, Ernesto Weber y Manuel Jacinto García Tallada, según el minuto a minuto de las páginas web del diario La Nación y del canal TN. Fue recibido con silbidos el anuncio de que Coronel fue absuelto en el caso Walsh.

Los jueces anunciaron también que fueron condenados Manuel Tallada y Juan Carlos Fotea, en su caso a 25 años de prisión; Carlos Capdevilla a 20; Juan Antonio Azic a 18. En cambio fueron absueltos Juan Carlos Rolón y Pablo García Velazco, que están presos por otras causas.

Al terminar la lectura del fallo, a las 22.20 de Uruguay, hubo en el tribunal argentino abrazos y lágrimas entre los familiares de las víctimas y activistas por los derechos humanos.

La hija de Rodolfo Walsh, la ex legisladora Patricia Walsh, dijo al diario Página 12, antes de conocer el fallo, que durante las sucesivas audiencias “escuchar testimonios de sobrevivientes por casi dos años fue muy duro para los familiares”, pero que “el juicio fue revelador porque contó con testigos que declararon por primera vez y que aportaron datos desconocidos”. Agregó que la “jornada histórica” de ayer demuestra “el avance enorme de la lucha colectiva por los derechos humanos”.