El secretariado de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunció que designó un sucesor para su líder, Alfonso Cano, quien murió el viernes 4 en un operativo militar. “Con el voto unánime de sus compañeros del secretariado”, fue designado como máximo dirigente de la guerrilla Rodrigo Londoño Echeverri, de 52 años, más conocido como Timochenko o Timoleón Jiménez, quien parece tener buenas herramientas para desempeñar el papel de hombre más buscado de Colombia, algo que viene de la mano de su nombramiento.

Este líder guerrillero, que ya era uno de los siete miembros del secretariado de la organización, ingresó a las FARC en 1982, con 23 años. Fuentes militares y analistas colombianos lo ubicaban como el seguro sucesor de Cano por antigüedad y línea de mando, indicó el diario El Colombiano.

El departamento de Santander, cercano a la frontera con Venezuela, es la principal zona de influencia de Timochenko, considerado del ala radical y belicista de las FARC. El dirigente guerrillero recibió parte de su formación militar en la antigua Unión Soviética. Allí eligió su alias, en referencia al militar Konstantinovich Timochenko, que se lució en revolución rusa. También se sabe que estudió tácticas de “guerra irregular” en Cuba.

Antes de su designación ya recibió condenas en ausencia a 40 años de cárcel. Las autoridades colombianas emitieron en su contra 117 órdenes de captura por terrorismo, secuestro, rebelión, homicidio agravado y desaparición forzada, y desde el 26 de enero de 2010 lo busca Interpol.

Una de las características del nuevo jefe de las FARC es que, a diferencia de lo que hacía Cano, él no se establece en un solo campamento. Prefiere desplazarse por Santander, donde lo protegen unos 250 guerrilleros, a los que se suman los milicianos que lo apoyan, según el diario colombiano El País.

Timochenko aceptó un papel que lo convierte en el principal blanco del gobierno colombiano, que trabajó durante años para terminar con el líder anterior de la guerrilla. Pero el comunicado que anuncia su nombramiento sostiene: “No hay muerte más hermosa que la que sobreviene peleando por la libertad, por una causa altruista, colectiva, vislumbrando en su sueño, como Alfonso [Cano], la Nueva Colombia, la de la dignidad humana, la del empleo, la de la educación y la salud gratuitas, la de la soberanía del pueblo, de la tierra para los campesinos, de la vivienda para los que carecen de ella, una patria nueva, socialista, justiciera, bolivariana, propulsora de la concreción en el continente de una Gran Nación de Repúblicas hermanas”.