La Conferencia General de la UNESCO aprobó ayer la adhesión del Estado palestino como miembro de pleno derecho a la organización de Naciones Unidas, en la cual hasta ahora era sólo considerado un Estado observador.
Son pocas las consecuencias de este ingreso a la UNESCO. Una de ellas es que el Estado palestino podrá pedir el reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Humanidad de algunos territorios ocupados -como Belén o Hebrón- y podrá denunciar ante el organismo “las violaciones del derecho internacional sobre la destrucción de sitios y artefactos, así como seguir la transferencia ilegal de objetos arqueológicos”, en palabras de Julud Daibes, la ministra de Turismo de la ANP. La funcionaria se refería a los casos en los que artefactos que se encuentran en territorio palestino ocupado han terminado en museos y centros académicos israelíes.
Pero el mayor significado de este ingreso es simbólico; significa un paso más de la ANP hacia el reconocimiento internacional como Estado. “La UNESCO ha dejado patente su mensaje de respetar la diversidad cultural y de promover la paz a través de la cultura”, manifestó Daibes.
El ingreso palestino contó con 107 votos a favor, entre ellos los de España, Francia, India, China y la mayoría de los países latinoamericanos; en contra se manifestaron 14 países, entre ellos Estados Unidos, Israel, Alemania y Canadá. Además, se abstuvieron cuatro países: Reino Unido, Colombia, Japón y México. La ministra de Ciencia e Innovación de España, Cristina Garmendia, lamentó la falta de una posición común de la Unión Europea en la votación.
Israel consideró la decisión de la Conferencia General como un “freno para la paz” y dijo que ayer fue “un día triste para la organización, que decide desconectarse de la realidad y siembra las semillas de la implosión”, informó la agencia de noticias EFE.
Además, la decisión tendrá consecuencias para la UNESCO, ya que una ley nacional impide a Estados Unidos continuar apoyando económicamente a la organización ahora que reconoce a Palestina, por lo que el organismo dejará de contar con 70 millones de dólares anuales, 22% de su presupuesto. Israel anunció que replanteará su colaboración con la UNESCO y probablemente también retire su aporte económico, que sumado al estadounidense significa la cuarta parte del presupuesto de la organización.
La cancillería israelí advirtió en un comunicado que el reconocimiento a Palestina fue “una maniobra unilateral” que “aleja aun más la posibilidad de un acuerdo de paz”, y agregó que “la estrategia palestina en la UNESCO y los pasos similares en otros organismos de Naciones Unidas supone un rechazo a los esfuerzos de la comunidad internacional para avanzar en el proceso de paz”.
No sería correcto aventurar los resultados para la votación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas basándose en los de la UNESCO, especialmente porque allí existe el derecho a veto, que Estados Unidos ya anunció que aplicará si el 11 de noviembre, cuando sesione esa entidad, la votación concluye con el reconocimiento de un Estado palestino.