El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reunió ayer con los siete principales ministros de su gabinete para definir las acciones de su país ante el reconocimiento del Estado palestino por parte de la Unesco, decisión que rechazaron Israel y Estados Unidos.
Luego de esa reunión, el gobierno ordenó el aceleramiento de la construcción de dos mil nuevas viviendas en dos asentamientos ubicados en territorio palestino ocupado. Desde la oficina de Netanyahu, un comunicado señaló que “se trata de unas dos mil viviendas en zonas que en cualquier acuerdo futuro de paz quedarán en manos de Israel”.
Además, el gobierno israelí decidió suspender temporalmente la transferencia de fondos de la recolección de tasas y aranceles aduaneros a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), según informó la agencia de noticias EFE, citando a una fuente oficial que no identificó. El funcionario indicó que “no se puede seguir pidiendo a Israel que se contenga [de tomar medidas contra los palestinos] cuando el liderazgo palestino ha rechazado condenar el disparo de cohetes desde Gaza a Israel”.
Los medios israelíes indicaron que otra de las medidas que se estudiaron ayer es la de retirar a los dirigentes palestinos sus pases para cruzar fronteras y puestos militares de control establecidos por Israel.
La respuesta de la Organización para la Liberación de Palestina, vinculada al gobierno de Cisjordania, no se hizo esperar. Horas después de que el Ejecutivo israelí emitiera la orden, pidió al Cuarteto para la paz en Medio Oriente y al resto de la comunidad internacional que condenaran el aceleramiento de las construcciones en territorio ocupado. El portavoz de la Organización, Xavier Abu Eid, aseguró que las medidas israelíes buscan “consolidar la ocupación” y criticó que Israel actúe “con una cultura de impunidad sin precedentes”. Agregó que llegó el momento “de que algunos países abran sus ojos y vean lo que Israel hace sobre el terreno”.
El gobierno israelí argumenta que el reconocimiento de un Estado palestino por parte de las organizaciones internacionales como la Unesco va contra los intentos de establecer un nuevo diálogo entre las partes. Ese diálogo fue ofrecido por Israel cuando el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, presentó la solicitud de reconocimiento ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Además, la ANP presentó solicitudes ante otros 16 órganos de Naciones Unidas, entre ellos, la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Internacional para la Energía Atómica.
Por otra parte, al día siguiente de su reconocimiento en la Unesco, la ANP denunció el ataque masivo por parte de hackers contra el principal servidor de internet y telefonía en Cisjordania y Gaza. Un portavoz gubernamental dijo que se desconoce el origen del ataque, pero que los expertos concluyeron que fue masivo y procedente de varias fuentes en distintos países.