La conferencia sobre Afganistán realizada ayer en la ciudad alemana de Bonn coincidió con el décimo aniversario de la que se celebró en 2001 en esa misma ciudad, poco después de que el Talibán fuera desplazado del poder en ese país. Hace diez años se establecieron las bases de lo que se pretendía que fuera el Afganistán postalibán, ya con Hamid Karzai como presidente.

El encuentro de ayer, presidido por Karzai, congregó a delegados de 85 países y 16 organizaciones internacionales. En la declaración final, los participantes anunciaron que entre 2014 y 2024 el país atravesará una “década de transformación”. La naciones “aliadas” de Afganistán se comprometieron a seguir apoyando al país, a condición de que mejore su democracia -con elecciones limpias, por ejemplo- y que respete los derechos humanos, en especial los de la mujer, informó la agencia de noticias EFE.

“Los derechos humanos y, en particular, los derechos de las mujeres, fueron citados como un beneficio clave de la derrota del régimen talibán en 2001”, recordó el domingo el director para Asia de HRW, Brad Adams. “Pero diez años después muchos de los derechos básicos siguen siendo ignorados o minimizados”, advirtió, según la agencia Reuters.

Esa organización civil asegura que la población afgana teme que exista un retroceso con el retiro de las tropas de la OTAN previsto para 2014. Las mujeres afganas que estudian o trabajan siguen sufriendo violencia o acoso, según HRW. Además, las víctimas, o las que huyen para evitar que eso ocurra, aún pueden ser encarceladas por “delitos contra la moral”.

Ayer, el presidente de Afganistán prometió un proceso de paz “inclusivo” para que su pueblo ya no sufra la violencia, se desvincule del terrorismo internacional y para que se respete la Constitución y los derechos humanos.

La declaración final no dice si los militantes “moderados” del Talibán serán parte de ese proceso. Hace diez años no fueron invitados y ayer tampoco estuvieron representados, a pesar de que algunos países, como Alemania y Gran Bretaña, pidieron que integraran la delegación afgana con el argumento de que eso la haría más representativa.

Karzai había pedido el lunes un “firme apoyo” financiero a los países extranjeros hasta 2024, por lo menos. La declaración final de la conferencia no aclara de cuánto será. “No era el objetivo de esta conferencia”, dijo el canciller alemán, Guido Westerwelle. Eso se decidirá en Tokio, en junio de 2012, en otro encuentro, explicó. “Tenemos que tener en cuenta, además, la situación financiera actual de muchos de los países donantes”, añadió.

Estados Unidos sí dio números. Su secretaria de Estado, Hillary Clinton, afirmó que Washington descongelará 700 millones de dólares. También dijo que era “una pena que no participara” Pakistán en la cumbre. Las autoridades paquistaníes la boicotearon para protestar contra los bombardeos de la OTAN que mataron a 24 de sus militares el 26 de noviembre en la frontera afgana.

Sí estuvo presente el canciller iraní, Alí Akbar Salehi, que reclamó la retirada inmediata de las tropas de la OTAN porque, estimó, no hicieron más que matar a civiles. En tanto, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, fue más moderado y pidió que no se pongan en peligro las vidas de los civiles afganos.