El equipo argentino de Antropología Forense encontró una fosa común con al menos quince cuerpos en la provincia de Tucumán, debajo del lugar en el que funcionó durante la dictadura (1976-1983) el centro de detención y tortura Arsenal Miguel de Azcuénaga. Ese centro fue la segunda cárcel clandestina más grande del país, y allí se presentaba el interventor de la dictadura en la provincia, Antonio Domingo Bussi -que murió en noviembre- a realizar algunos de los fusilamientos él mismo, informó el diario argentino Página 12. Se presume que los restos corresponden a 15 personas que fueron secuestradas durante la dictadura.

Los cuerpos se encontraron a distintas profundidades en la misma fosa y fueron “parcialmente quemados” antes de ser enterrados, informó el Centro de Información Judicial de Argentina. Junto a ellos se encontraron restos de neumáticos y rastros de combustión en las paredes de la fosa común. Aparentemente el asesinato se realizó en el mismo lugar donde se inició la incineración de los cuerpos, que “no habría concluido por razones desconocidas”, según el centro. Los cadáveres estaban completos y en distintas posiciones, varios de ellos “atados en las extremidades superiores” y algunos “con presencia de proyectiles de arma de fuego”. En la fosa también se encontraron zapatos, ropa y balas.

Los primeros hallazgos de restos óseos en el Arsenal Miguel de Azcuénaga datan de marzo y se enmarcan en una megacausa sobre el centro de detención, para la cual se iniciaron excavaciones en 2005. Se estima que unas 900 personas fueron detenidas, torturadas y exterminadas en ese predio.

El nuevo descubrimiento, el miércoles, “comprueba que el genocidio de la dictadura militar fue tremendo, el grado de aberración que tuvo en la Argentina y cómo se mataba gente”, dijo el gobernador de Tucumán, José Alperovich.

También en Tucumán fueron identificados ayer los restos del ex senador provincial peronista Guillermo Chonga Vargas Aignasse, que desapareció el 5 de abril de 1976, con 35 años, y por cuya muerte fueron condenados a cadena perpetua Bussi y Luciano Benjamín Menéndez.

La detención de Bussi por esta causa, en 2003, le impidió asumir como intendente de San Miguel de Tucumán, tras ganar las elecciones por un mínimo de votos ante el ahora legislador provincial y ex diputado nacional Gerónimo Vargas, hijo de Vargas Aignasse. El ADN del legislador y de dos de sus hermanos se cotejó con el extraído de restos encontrados en la fosa meses atrás, para confirmar su identidad.

Ante la confirmación, la presidenta argentina Cristina Fernández se comunicó por teléfono con Gerónimo Vargas y recordó públicamente que en 2003 el ex presidente Néstor Kirchner pasó en tren por el lugar en el que se encontraron los restos, el Pozo de Vargas: “Iba con medio cuerpo afuera... y cuando pasaron por ahí, hizo parar el tren, se bajó y depositó un ramo de flores que le dio un familiar de desaparecido”.