“El debate de las ideas tiene que ser anterior al de personas”, dijo ayer Carme Chacón, la ex ministra de Defensa del gobierno del PSOE, que en mayo presentó su precandidatura a las elecciones del 20 de noviembre, en competencia con el número dos del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero la posibilidad de ir a primarias fue bastante resistida en el seno del PSOE y muchas voces pidieron la designación del candidato en un Congreso partidario sin participación de la militancia. Finalmente Chacón retiró su candidatura y se limitó a respaldar a Rubalcaba.

Ahora Chacón integra la treintena de dirigentes socialistas que firmó el manifiesto “Mucho PSOE por hacer” (que se puede consultar al pie de la página), en el cual se señalan razones para las derrotas del partido en las elecciones legislativas de noviembre y también en las municipales y autonómicas del 22 de mayo. Las dos juntas son “la mayor derrota electoral de nuestra democracia”, según el documento.

En uno de los párrafos más críticos con la organización del partido y con el gobierno de Zapatero se señala que el PSOE perdió credibilidad con la falta de elecciones internas: “hemos justificado la limitación de nuestras prácticas democráticas internas con el argumento de las dificultades a las que nos enfrentábamos, en lugar de ver en la amplia participación de los militantes una vía de solución a nuestros problemas”.

Éste y otros pasajes son los que hacen pensar que el manifiesto es una reivindicación de la figura de Chacón y su actitud al retirar la candidatura. Sin embargo, el grupo firmante, que se reunió ayer para comenzar, justamente, el “rearme” del PSOE, aseguró que no era una plataforma de apoyo a la ex ministra de Defensa y a una eventual candidatura suya a la secretaría general del partido -un atajo a la presidencial- sino un documento “a favor del partido”.

“A lo largo de la última legislatura, los socialistas nos hemos ido dejando parte de nuestra credibilidad en el camino [...] Cuando tardamos en reconocer y llamar a la situación económica con el mismo nombre que la llamaban los ciudadanos (...) Cuando aplicamos, ciertamente obligados, políticas contra la crisis ajenas a nuestra orientación ideológica y a nuestros valores”, o cuando no hubo una mayor carga fiscal “para los más poderosos”, afirma el documento. Se señala que una “lealtad mal entendida” impidió que ellos enfrentaran a Zapatero para enderezar esos errores.

El documento, preparado en el más absoluto silencio, fue publicado a poco más de un mes del próximo Congreso del partido, en el cual, según se prevé, se debatirán las razones de la derrota.

Un centenar de personas estuvieron detrás del documento, pero se seleccionaron las treinta firmas. Los medios españoles señalaron que en ellas hay algunas personalidades destacadas, pero la mayoría son dirigentes regionales desconocidos para la opinión pública. Una de las firmas más sorpresivas es la de Cristina Narbona, una de las más cercanas colaboradoras de Rubalcaba en la campaña, quien aseguró que el camino para la renovación del PSOE empezó con el programa que se presentó en las elecciones e invitó a Rubalcaba a firmar también el documento.

La diputada Elena Valenciano, también cercana a Rubalcaba, manifestó que se siente cómoda con el documento, excepto en lo que interpreta “como alusiones inconvenientes e injustas al secretario general del PSOE”, Zapatero.

Horas más tarde, una veintena de ex ministros, subsecretarios y otros funcionarios del gobierno de Zapatero difundió un manifiesto en respuesta al de Chacón, y en defensa del ex presidente, con el título “Yo sí estuve allí” (que se puede consultar al pie de la página). En él declaran: “no sería decoroso que quien estuvo allí [en el gobierno] de manera evidente, y cabe decir entusiasta, aspirase ahora a sugerir lo contrario. Por eso, los abajo firmantes manifestamos que 'sí estuvimos allí'. Que formamos parte de los gobiernos que presidió José Luis Rodríguez Zapatero y estamos orgullosos de ello. Que fue para nosotros un honor participar en los avances históricos en materia de derechos, de libertades, pero también de bienestar social, que se lograron en la primera legislatura. Y que asumimos plenamente el ejercicio de responsabilidad que caracterizó la segunda”.