“Lo digo con toda sinceridad y sin tomar en cuenta la situación actual: no pensaba presentarme para un nuevo mandato presidencial”, dijo el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, en un discurso transmitido por televisión ayer, cuando culminaba la octava jornada consecutiva de protestas en su contra.

La movilización alcanzó niveles sin precedentes, luego de que el lunes el Ejército asegurara que no pensaba reprimir a los manifestantes y que trabajaba para defender la seguridad del pueblo. Las F uerzas Armadas asumen desde el viernes la seguridad interna, en lugar de la Policía, responsable de una brutal represión de las protestas.

Según dijo ayer la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, “las víctimas continúan aumentando con noticias no confirmadas que indican hasta 300 personas muertas, más de 3.000 heridos y cientos de arrestados”.

“Pasé suficiente tiempo sirviendo a Egipto y a su pueblo”, dijo también Mubarak y agregó que él “jamás pidió el poder”, en referencia a cómo asumió el cargo (ver nota arriba). El mandatario no había dicho cuáles eran sus intenciones para los próximos comicios, que están previstos para setiembre, y que de acuerdo a sus declaraciones de ayer el Parlamento deberá trabajar para que se celebren antes de ese mes. Líderes políticos allegados al presidente asumían que se presentaría a una sexta reelección. El mandatario también llamó a que el Parlamento discuta “una enmienda de los artículos 76 y 77 de la Constitución para cambiar las condiciones para las candidaturas a la presidencia y limitar los mandatos”.

El artículo 76 fue modificado en 2007 a pesar de las críticas de la oposición. Establece exigencias estrictas para presentarse a la presidencia, sobre todo para los candidatos independientes, que deben lograr el apoyo de 250 representantes electos de tres instituciones distintas, legislativas y municipales, todas en manos oficialistas. También cierra la puerta de la presidencia al premio Nobel de la paz Mohamed el Baradei, uno de los principales dirigentes opositores. El artículo 77 establece que el mandato presidencial dura seis años y que la cantidad de mandatos es ilimitada. El presidente destacó ayer su preocupación por lograr una “transición pacífica del poder”.

En tanto, los manifestantes aseguraron que no abandonarán las calles hasta que Mubarak se vaya.