Ayer continuaron las manifestaciones masivas en El Cairo, que llevaban ya 15 días consecutivos, en reclamo de la renuncia del presidente Hosni Mubarak a pesar de los cambios y de las reformas anunciadas por Omar Suleiman. También continúa el clamor popular en otros países árabes.

En Argelia, el presidente Abdelaziz Buteflika había anunciado hace días que flexibilizaría la ley que impide las movilizaciones callejeras desde 1992, dando señales de apertura, pero prohibió una marcha anunciada para el sábado por la Coalición Nacional por el Cambio y la Democracia, que federa a partidos opositores y a grupos de la sociedad civil. La Coalición anunció que la manifestación se realizaría de todos modos. Ayer hubo violentos enfrentamientos entre decenas de manifestantes desocupados y las fuerzas policiales en la provincia de Bumerdés.

En el sur de Yemen, un manifestante resultó herido en una movilización que reclamaba por las calles de la ciudad de Aden la renuncia del presidente Ali Abdallah Saleh. La Policía reprimió la protesta y arrestó a 12 personas. El movimiento separatista sureño anunció una “jornada del odio” para el viernes con nuevas protestas contra el régimen.

La agencia de noticias Reuters informó ayer sobre tiroteos en la capital de Túnez, que parecía haber vuelto a la calma semanas después de la caída del presidente Zine el-Abidine Ben Ali y de la asunción de un gobierno provisorio.

Mientras tanto, ayer la oficina del primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Salam Fayad, aseguró que el 9 de julio se realizarán las elecciones locales en Cisjordania y Gaza, anunciadas la semana pasada, días después de que se produjeran movilizaciones de apoyo a las protestas en otros países árabes. Sin embargo, el movimiento islamista Hamás rechazó mediante un comunicado la convocatoria a elecciones “en las actuales circunstancias”; o sea, mientras en Gaza haya un gobierno de ese grupo y en Cisjordania otro (identificado como ANP) de Al Fatah, el partido del presidente Mahmud Abás.