El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas aprobó anoche la resolución impulsada por Francia y Reino Unido, que contaba con el respaldo estadounidense, para autorizar la creación de una zona de exclusión aérea sobre Libia. Los votos a favor fueron diez, no hubo ninguno en contra y cinco países se abstuvieron: Rusia y China, que no utilizaron su derecho a veto, y también Brasil, India y Alemania, tres de los países con asientos temporales en el Consejo.

La resolución autoriza a la OTAN a tomar “todas las medidas necesarias para proteger a los civiles y las zonas pobladas bajo la amenaza de ataque [en Libia], incluyendo Bengasi, mientras que excluye una fuerza de ocupación”, según citó la agencia de noticias Reuters.

Horas antes de la votación, el Ministerio de Defensa libio advirtió en un comunicado que si se lanzara “cualquier acto militar” contra Libia, respondería con ataques a barcos y aviones civiles en el Mediterráneo. En un mensaje emitido por radio, el líder libio Muamar Gadafi dijo que si la ciudad de Bengasi no se rendía, lanzaría un gran ataque militar contra ese bastión rebelde, informó la agencia EFE. “Llegaremos esta noche. Sólo habrá clemencia para aquellos que dejen sus armas”, dijo, “iremos calle por calle, casa por casa, para ver si hay rebeldes. Dios es grande”.

Durante la votación del Consejo de Seguridad, en Bengasi se sucedían explosiones, informó la agencia de noticias AFP. Unas 3.000 personas se agolparon en la plaza central para seguir la votación mediante la cadena qatarí Al Jazeera. El resultado fue celebrado con gritos de alegría, fuegos artificiales y banderas libias. “Es lo que estábamos esperando desde hace un mes”, dijo uno de los dirigentes del gobierno rebelde, que horas antes de la votación reclamó a la ONU que tomara medidas antes de que fuera demasiado tarde, al igual que la organización internacional Human Rights Watch.

Los primeros ataques contra la aviación de Gadafi serían puestos en marcha en la madrugada de hoy y estarían dirigidos a destruir las defensas antiaéreas, las bases aéreas y los radares. Un portavoz del Pentágono dijo al diario español El País que Estados Unidos ya dispone de recursos militares en el Mediterráneo como para actuar de inmediato con el fin de abortar o al menos retrasar el avance de las tropas de Gadafi hacia Bengasi. Aun así, desde que comenzó a manejarse la posibilidad de crear una zona de exclusión aérea, Estados Unidos ha reclamado que sea otro país el que tome el mando de la misión, en particular Francia o Italia, que están más involucrados con la situación magrebí.

En este sentido, también Francia, cuyo canciller, Alain Juppé, acudió a Nueva York para impulsar esta resolución, se declaró preparada para actuar en cuestión de horas. También se esperaba la colaboración de la Liga Árabe, que respaldó la decisión. La resolución no descarta otras acciones sobre Libia, como bombardeos o disparos de misiles desde barcos.

Las zonas de exclusión aérea fueron utilizadas en Irak y en los Balcanes, y en ninguno de los dos casos fueron consideradas lo suficientemente efectivas, por lo que se continuó con una intervención militar terrestre.