Por orden de la Justicia, el año pasado fueron ejecutadas en el mundo 527 personas en 23 países, según un informe de Amnistía Internacional (AI) difundido ayer. La organización aclaró que estos números no son totales porque algunos países se niegan a dar información acerca de su aplicación de la pena de muerte. “Al parecer, China llevó a cabo miles de ejecuciones en 2010, pero este país sigue manteniendo su hermetismo habitual sobre el uso de la pena de muerte”, señaló AI. Tampoco pudo verificar los datos en Corea del Norte, Malasia, Singapur y Vietman.
En aquellos países de los que AI sí obtuvo información oficial, el total de ejecuciones fue en 2010 menor que en 2009: se redujo de 714 a 527. Sin embargo, señaló el informe, el año pasado aumentó de 19 a 23 el número de países que aplicaron este castigo.
“En 2010, los pocos Estados que siguen utilizando de manera sistemática la pena de muerte llevaron a cabo miles de ejecuciones, en contra de la tendencia global a la abolición de la pena capital”, dijo en el informe Salil Shetty, secretario general de AI. La organización destacó que “los países que siguen utilizando la pena de muerte se están quedando cada vez más aislados tras una década de avances en el camino hacia la abolición”. En los últimos diez años, 31 países abolieron la pena de muerte.
Los que aplicaron un mayor número de ejecuciones en 2010 fueron Arabia Saudita, China, Estados Unidos, Irán y Yemen, según el informe. Además, AI consignó que esta práctica suele ser acompañada de otras que violan los normas internacionales de derechos humanos. Por ejemplo, varios abogados y familiares de condenados a muerte han denunciado que sufrieron represalias por protestar contra ellas. Esto ocurrió en uno de los casos que mayor repercusión tuvieron en 2010, el de la iraní Sakineh Mohammadi Ashtiani, condenada a morir lapidada por adulterio, que motivó una campaña internacional para reclamar por su vida. Uno de sus abogados, el militante por los derechos humanos Mohammad Mostafei, abandonó Irán por temor a represalias, mientras que otro, Javid Houtan Kian, fue detenido, al igual que un hijo de Ahstiani. Con 252 penas de muerte aplicadas, Irán fue el país que más personas ejecutó en 2010, exceptuando aquellos que ocultan sus cifras. Además, Irán integra la lista de los países que el año pasado ejecutaron a personas que eran menores de edad cuando cometieron el delito que les valió ese castigo. Lo mismo hicieron Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Pakistán.
Shetty declaró en el informe que si bien disminuye en el mundo el número de ejecuciones, en varios países se castiga con la muerte delitos vinculados “con drogas, los económicos, el mantenimiento de relaciones sexuales entre adultos con consentimiento mutuo y la blasfemia, en contra de lo dispuesto por las normas internacionales de derechos humanos que, excepto en el caso de los delitos más graves, prohíben el uso de la pena de muerte”.
De acuerdo con el informe de AI, en Asia y Medio Oriente se concentra el uso de la pena de muerte, mientras que en los últimos dos años no se registró ningún caso en Oceanía. En Europa, sólo Bielorrusia ejecutó a tres personas el año pasado. En África, donde varios países aplican esta pena, Gabón la abolió en 2010, como antes lo hicieron otros 15 estados. En América, sólo Estados Unidos practica ejecuciones judiciales, y aunque redujo su número en 70% desde la década de 1990, el año pasado impuso ese castigo a 110 personas.