Legisladores y técnicos de Unidad Nacional (Una) terminarán para este lunes una propuesta sobre la modernización del Partido Nacional (PN), que elaborarán a partir de dos documentos: uno presentado por el líder del sector, Luis Alberto Lacalle, y otro por el senador Gustavo Penadés. La idea de hacer una propuesta sectorial surgió de Luis Alberto Heber, quien ante la presentación del texto de Lacalle sugirió que Una elabore un documento colectivo y no se tome la del líder partidario como la postura de todo el sector.

“El documento de Lacalle se consideró un texto instrumental pero necesario, se corrigieron algunas partes y se le agregaron contenidos más estratégicos en base al documento de Penadés”, explicó Ana Lía Piñeyrúa, diputada de Una y una de las redactoras. La propuesta de Lacalle -quien no integra el grupo- detalla los distintos órganos de la interna partidaria y sugiere un funcionamiento más efectivo de cada uno, en particular otorgándole un rol protagónico a la Convención Nacional. El texto tuvo cambios: por ejemplo, no se consideró necesaria la recomendación de Lacalle para que la convención se reuniera tres días seguidos y abordara los temas con profundidad.

Pero al documento elaborado por el ex candidato presidencial de Una se le agregará su visión estratégica sobre el PN. En el texto elaborado por Penadés, que será la base para el documento de Una, el senador sostiene que el PN “no ha tenido una estrategia partidaria sino estrategias sectoriales y personales” y que históricamente la estrategia “ha sido seguir el rumbo trazado por el líder carismático y exitoso de turno”. Actualmente, señala, “no hay un líder indiscutido en el PN”, y si bien esta posición la disputan Lacalle y Jorge Larrañaga, “existen cuestionamientos y dudas sobre las perspectivas electorales futuras del PN con el liderazgo tanto de uno como del otro”.

El documento de Penadés, divulgado ayer por Búsqueda, también enfatiza “la falta de una línea estratégica partidaria por encima de los sectores” y propone alcanzar un equilibrio entre ambos “pactando el disenso en función del objetivo fundamental”. “El partido puede tener muchísimos organismos y comisiones, pero si los sectores no pueden o no saben convivir, esos organismos o son solamente un nombre (existencia meramente formal) o serán el lugar para el marcado electoralismo (elecciones de jóvenes, elecciones en la SAS, elecciones para integrar el directorio, elecciones de autoridades en diferentes institutos y comisiones)”, afirma.

El último jefe de campaña del PN reconoció también “carencias graves en la comunicación”, que no son técnicas sino “de contenidos”: “Está íntimamente ligado con los temas que el partido elige para defender y alrededor de los que se moviliza”. En ese sentido, el documento señala que la gente ve al PN “lejos de los problemas sociales concretos”, como “defensor de los ricos y de los privilegios sociales”, “encabezado por dirigentes profesionales que miran siempre primero su interés personal” y “pitucos”, y cuestiona que “por responsabilidad propia caemos en el dogmatismo, fundamentalmente en el plano económico, lo que nos alejó de nuestro realismo característico y se nos ve como adversarios del Estado y su función de protector y amparo de los más débiles”.

Piñeyrúa agregó que también estará presente en la reflexión la necesidad de “mejorar el vínculo” con la sociedad, algo planteado por distintos dirigentes durante las jornadas de reflexión del año pasado. “Necesitamos que la gente entienda más nuestros mensajes, y que nosotros sepamos transmitir un mensaje que la gente pueda llegar a entender. El discurso del PN no está disociado de lo que la gente necesita, pero debemos llegar a un discurso adecuado para que la gente nos comprenda”, comentó la diputada.

El próximo lunes, el directorio discutirá de qué forma procesa estos documentos. En Una se propone hacer “un retiro de un día o dos” para analizarlos.