El plan de Das Neves

Mientras seguía la discusión sobre los resultados de las elecciones en Chubut, el gobernador Mario das Neves anunció el lunes que no competirá en las primarias anticipadas del Peronismo Federal contra Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá. Su sector prevé dos elecciones internas: unas anticipadas, que les brinden más tiempo para tejer alianzas antes de las nacionales, y las establecidas por ley, en agosto. “No tiene sentido la interna del Peronismo Federal. Va a ser una lucha de aparatos. No voy a participar, ya lo decidí”, dijo Das Neves. De acuerdo al diario La Nación, el dirigente ya inició contactos para lanzar su candidatura en la interna oficial con otros dos dirigentes del Peronismo Federal, los diputados Felipe Solá y Francisco de Narváez, que estuvieron en Chubut festejando el triunfo de las provinciales del domingo.

Por su carácter de simultáneas, las internas no tendrán el particular efecto de fagocitar precandidatos tal como ocurre con las primarias estadounidenses, que se realizan en distintas fechas en distintos estados. Pero en Argentina ese rol lo cumplen, en alguna medida, las elecciones provinciales. En varios casos esas contiendas se “nacionalizan”, adquieren importancia en ellas las proyecciones que se puedan hacer de sus resultados sobre el mapa de todo el país.

Ya hubo una primera sorpresa en Catamarca, donde el kirchnerismo rompió con 20 años de hegemonía de la Unión Cívica Radical y, de paso, le asestó un buen golpe a su enemigo más íntimo. El derrotado Eduardo Brizuela, del Moral, era el candidato del vicepresidente argentino, Julio Cobos, quien, tras la derrota a manos del Frente Para la Victoria, de la presidenta Cristina Fernández, quedó bastante afectado en la puja intestina de los radicales.

La lectura que hicieron sus rivales partidarios Ernesto Sanz y Ricardo Alfonsín fue tan llana como contundente: le adjudicaron a Cobos la derrota del radicalismo en esa provincia.

Pero Alfonsín, Sanz y Cobos deberán ver cómo administran el paupérrimo 11,8% de los votos que obtuvo el domingo Pedro Peralta, el candidato de la Unión Cívica Radical en Chubut. Esta elección, signada por impugnaciones y denuncias de falta de transparencia, tiene carácter de bisagra para Mario das Neves, uno de los precandidatos del Peronismo Federal.

La victoria por apenas 0,6% de los votos de su delfín Martín Buzzi se le hacía absolutamente necesaria, ya que un revés en su provincia afectaría aun más su ya escasa gravitación a nivel nacional en la interna del peronismo opositor, también llamado disidente.

El rival de Buzzi por el Frente Para la Victoria, Carlos Eliceche, pidió que se revisen los resultados y lo mismo se reclamó desde el gobierno nacional.

Pero en la noche del domingo fue el propio Das Neves quien salió a proclamarse vencedor en lugar de Buzzi, quien debería haberlo hecho en su carácter de gobernador electo. Todo un dato.

La próxima elección provincial, que se desarrollará en Salta el 10 de abril, tiene ramificaciones judiciales. Alfredo Olmedo, diputado provincial y candidato a gobernador por Propuesta Republicana, es investigado por la Justicia tras haberse detectado en una de sus propiedades alrededor de 400 personas trabajando en condiciones infrahumanas. Una noticia muy poco feliz para Mauricio Macri, que vio en la figura de este peculiar empresario sojero a alguien que podía proveerle una gobernación a más de mil kilómetros de Buenos Aires, algo para nada despreciable si se considera la nula presencia de Macri más allá de los confines de la capital del país. Si Olmedo es efectivamente acusado, podría enfrentar cargos que se castigan con hasta 15 años de prisión y arruinarían sus planes como gobernador, lo que allanaría el terreno a Juan Manuel Uturbey, el candidato del kirchnerismo.

Más allá del peronismo

Que las elecciones provinciales determinen que algunos candidatos desistan no implica necesariamente que otros no encuentren un terreno al menos favorable. Ése sería el caso del actual gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner.

Hace poco su nombre se mencionaba cuando se barajaban posibles compañeros de fórmula para acompañar al candidato del radicalismo. Pero Binner, lejos de desaprovechar el buen momento que experimenta el socialismo en Santa Fe, se instaló como posible precandidato al manifestar sus grandes deseos de aspirar a la presidencia. Entonces, de haber alianzas con la Unión Cívica Radical o con otros sectores afines, el socialismo estaría dispuesto a ocupar otros lugares bien diferentes al de tradicional furgón de cola que el radicalismo le otorgaba en anteriores instancias electorales.

Los santafesinos elegirán a su gobernador el 24 de julio, pero antes se votará en La Rioja, Neuquén, Tierra del Fuego y Misiones. En la elección riojana no habría mayores sorpresas ya que se busca, con altas probabilidades, confirmar a un gobernador alineado con el Frente Para la Victoria. En Neuquén, el local Movimiento Popular Neuquino intentará reponer a Jorge Sapag al frente del ejecutivo provincial.

Capítulo aparte protagonizará Fabiana Ríos, la actual gobernadora de Tierra del Fuego. Recientemente expulsada de la Afirmación para una República Igualitaria (ARI, de Elisa Carrió), ha emprendido una campaña reeleccionista con su espacio Partido Social Patagónico. Si bien Ríos no tiene el guiño del kirchnerismo, la cercanía de su bloque con el del Frente Para la Victoria en la legislatura provincial permitiría suponer que podría buscar alinearse con la Casa Rosada.

Al inicio del año electoral, el ARI pierde nada menos que los beneficios de una gobernación, punto de apoyo más que importante para Elisa Carrió cuando de hacer pie lejos del propio territorio se trata. En ésas están también el peronista disidente Felipe Solá, el vicepresidente Cobos y Macri. A medida que las elecciones provinciales se vayan sucediendo, cada cual podrá erigirse sobre la proyección nacional que le toque en suerte o que haya podido construir.