Se conmemoró ayer en Palestina el Día de la Tierra. Los más movilizados fueron los arabes-israelíes, los palestinos que quedaron en el territorio israelí cuando se creó el Estado en 1948. Esa minoría, que representa cerca del 20% de la población de Israel, recordó la muerte de seis manifestantes por la represión de la Policía israelí cuando reclamaban pacíficamente en 1976 contra la expropiación de 2.000 hectáreas para las localidades judías en Galilea, en el norte de Israel. La mayor convocatoria fue en Arrabe, al norte de Nazaret, donde 5.000 personas protestaron también contra lo que estiman que son “leyes racistas” aprobadas por el Parlamento israelí, indicó la agencia de noticias EFE. Hubo marchas en otras partes de Galilea y en el sur de Israel. Unos 1.000 palestinos se reunieron en uno de los 45 poblados beduinos del desierto del Neguev, que no aparecen en los mapas oficiales porque Israel no los reconoce.

En territorio palestino, en la ciudad de Ramalá en Cisjordania, 700 jóvenes se congregaron para exigir una vez más a sus autoridades que terminen con las divisiones internas. Sólo se vieron banderas palestinas y pancartas a favor de la unidad de todos los grupos políticos. En Gaza, la protesta de unos 500 estudiantes fue disuelta por las fuerzas de seguridad de Hamas, el grupo islamista que la controla, según la agencia de noticias independiente Maan.

Esta conmemoración transcurrió mientras continuaba en Montevideo el encuentro organizado por Naciones Unidas en “apoyo al proceso de paz”, en el cual se leyó un mensaje del secretario general de la ONU. Ban Ki-moon lamentó que las negociaciones sigan “en un inquietante punto muerto” y advirtió que “se debe poner fin a las medidas que prejuzgan el resultado del proceso, incluida la construcción por Israel de asentamientos en la Ribera Occidental [Cisjordania] y en Jerusalén Oriental, que es ilegal de acuerdo con el derecho internacional y contradice la Hoja de Ruta”. Ban también escribió que las “demoliciones de viviendas palestinas en Jerusalén Oriental y el traslado forzoso de sus residentes palestinos menoscaban la confianza”. Hasta ayer no se había informado de una respuesta oficial de Israel.

En el sur de la Franja de Gaza ayer comenzó con ataques israelíes de aviones no tripulados, que mataron a un miliciano de 24 años, miembro de las Brigadas Al Quds -el brazo armado de la Yihad Islámica- y destruyeron un túnel de contrabando entre Gaza y Egipto. “La Fuerza Aérea Israelí atacó a un escuadrón terrorista en el sur de la Franja de Gaza, que había lanzado cohetes” contra “comunidades israelíes”, explicó un comunicado del Ejército de Israel.