El secretario del PS fue más crítico. “El que no avanza en un mundo globalizado retrocede. Se están dando señales, pero no es suficiente”, aseguró, ya que, según dijo, “seguir avanzando significa desafiar al capital”. Olivera afirmó que en materia económica “algunas apuestas se nos han olvidado” y señaló como ejemplo la búsqueda de empleos de mayor calidad y el fomento al cooperativismo y a las pequeñas y medianas empresas. Dijo no estar de acuerdo con la medida de aumentar el mínimo no imponible, ya que eso no afecta a los 850.000 trabajadores que actualmente ganan menos de 15.582 pesos. “Si ampliamos, les damos un beneficio a los más privilegiados”, consideró, y en cambio recordó que su sector propone aumentar el IRPF a quienes ganan más. Las exoneraciones tributarias a las inversiones deben ser revisadas, dijo: “No tengo que exonerarle nada al que no me genera nada para la sociedad, sino que es un fuerte inversor que puede ser capital especulativo”. Para Olivera, en estos seis años de gobierno “no hemos distribuido como quisimos sino como pudimos”.
Cambio de tema
En la mesa redonda Mahía fue el único que, en línea con el Poder Ejecutivo, aclaró que los cambios en el sistema tributario “serán sin perder el rumbo y cumpliendo con el programa comprometido con la gente”. El diputado canario consideró que el tema de la redistribución “no es el que más uno siente que le preocupa a la sociedad”, y en cambio propuso debatir sobre el tema de la seguridad. “No quiero que la derecha monopolice el discurso de la seguridad”, aseguró y dijo que dentro del Frente Amplio “no se ha debatido en serio”. “No hemos asumido que es un tema que afecta a Juan Pueblo, a los más humildes”, dijo, y llamó a dar “batalla política por eso”.
Castillo adelantó que hablaba en representación del PCU, aunque en su intervención combinó su “doble condición” de dirigente político y sindical. Desdramatizó el actual debate por la redistribución de la riqueza; “hemos crecido en el debate y podemos no pensar igual”, alegó, y sumó otros temas que también deberían discutirse en instancias con militantes: educación, seguridad, vivienda o salud, ya que permiten que “un militante de base entienda por qué el gobierno toma algunas medidas”. “Una excelente gestión no te asegura el éxito electoral”, dijo, y recordó la derrota de Michelle Bachelet en Chile. Castillo dijo que aunque el país está “mucho mejor” que hace diez años, “75% de los trabajadores ni siquiera llega a tributar” IRPF y muchas jubilaciones y pensiones son “de miseria”. A diferencia de Olivera apoya el incremento del mínimo no imponible del IRPF porque “ganar 20.000 pesos no es un lujo”, y considera que se debe establecer que “quienes ganan más de 40.000 o 50.000 pesos paguen más”. Otras medidas planteadas fueron la duplicación de las asignaciones familiares, el descuento del IVA en las tarifas de UTE y pasar a cero el IVA de los productos alimenticios que hoy tributan 10%. Castillo cuestionó duramente el sistema de zonas francas. Dijo que, a diferencia de países como Brasil, que en todo su territorio tiene una sola zona franca, en Uruguay hay 14, con exoneraciones aduaneras, tributarias y fiscales, cuando en otros países sólo implican beneficios aduaneros. “Desde Botnia para acá todas las grandes inversiones se han venido a instalar en zona franca”, donde además no rigen los monopolios estatales, recordó. “Producto de las zonas francas, el año pasado Uruguay perdió de recaudar un punto del PIB, 380 millones de dólares”, cuestionó Castillo. Sobre la reiterada propuesta del PCU de instalar un frigorífico nacional para establecer precios accesibles para la carne, Castillo planteó que se podría crear por ley, de forma similar a Conaprole. El emepepista Sabini dijo que a nivel mundial la distribución de la riqueza es más injusta que en Uruguay, y lo adjudicó a las “lógicas del capitalismo”. Como mecanismos para redistribuir destacó tres: los salarios, la inflación y los impuestos, y alertó que la inflación puede ser un “enorme problema” para la redistribución de la riqueza.