El gobierno japonés advirtió que a pesar de los esfuerzos para detener los escapes de radiactividad desde la central nuclear de Fuku-shima, éstos podrían prolongarse “varios meses”.

El ministro portavoz, Yukio Edano, en medio de la preocupación por la radiación, aseguró que se realizaron análisis a 900 niños que viven a una distancia de entre 20 y 30 kilómetros de la planta y que los resultados muestran que no recibieron niveles excesivos de radiactividad. Se calcula que en esa zona residían unas 136.000 personas y el gobierno les recomendó permanecer en sus casas con puertas y ventanas cerradas o que se alejaran. Pero no se sabe cuántas lo hicieron.

En tanto, ayer los ingenieros de la empresa Tepco, que administra Fukushima, intentaban frenar el escape de agua radiactiva que se encontró el sábado, hacia el océano Pacífico, donde se registraron altos niveles de radiación cerca de los desagües de la central. Se deben a una grieta de unos 20 centímetros en el muro de una fosa cercana al reactor 2, en la que hay agua con elevada radiactividad (10.000 veces superior a los niveles legales) que se filtra al mar. Los técnicos intentaron taparla volcando hormigón en la fosa el sábado, pero el agua no dejó que se solidificara.

Ayer inyectaron polímero en polvo -que puede absorber hasta 50 veces su peso en agua- en las tuberías que conducen a la fosa, informó la agencia de noticias nipona Kyodo. Pero este último intento, que consistió, según explicó el portavoz de la agencia nuclear japonesa, Hidehiko Nishiyama, en volcar ocho kilos de polímero, 60 kilos de aserrín y tres bolsas de papel de diario picado, tampoco funcionó. Los niveles de fuga seguían siendo los mismos.

Desde Tepco se afirmó que hasta ayer no se habían detectado otras grietas, ni en ése ni en los demás reactores. La empresa también anunció ayer que se descubrieron el miércoles, cerca del reactor 4, los cuerpos de dos de sus empleados, de 21 y 24 años, que estaban desaparecidos desde el 11 de marzo. Según la empresa, murieron durante el tsunami que ese día arrasó esa zona de Japón y causó la catástrofe nuclear. El 11 de marzo, murieron 12.087 personas, según el último recuento policial, y otras 15.552 seguían sin ser localizadas. Los equipos de búsqueda lanzaron el viernes una gran operación, que se prolongaría hasta hoy en las zonas devastadas, y que hasta ayer había hallado 78 cuerpos.