“¡Borombombón, borombombón, para Cristina la reelección!”, cantaron unas 8.000 personas que llenaron el Luna Park de Buenos Aires el domingo, durante el acto de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la segunda central sindical del país. Respondían a su líder, Hugo Yasky, quien acababa de lanzar que “este gobierno tiene que tener continuidad más allá de 2011”. Gran parte del gabinete de la presidenta Cristina Fernández, así como otros funcionarios y dirigentes de la centroizquierda asistieron al acto. Yasky convocó para setiembre un congreso de la CTA, para discutir “la moción para que Cristina siga siendo presidenta”.

“Los compañeros de la CGT [Confederación General del Trabajo, la mayor central argentina] y de la CTA nos pusimos de acuerdo en un punto clave, que es la decisión de seguir peleando por las conquistas y avances que hemos conseguido en términos sociales”, dijo Yasky. El viernes su homólogo de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, que dirige la principal central sindical, también pidió que la mandataria se presente a la reelección.

El domingo se leyó una carta de la jefa de Estado, que no dirá hasta junio si se va a presentar a la reelección en octubre. “En un país en el que muchos presidentes preferirían ser reconocidos desde los grandes centros del poder, para nosotros es un honor ser reconocidos por los trabajadores argentinos”, destacó Fernández.

La CGT, celebró el viernes el Día de los Trabajadores con un acto multitudinario en la avenida 9 de Julio de Buenos Aires, en el que también participaron varios ministros.

Moyano, además de pedir a Fernández que se postule a la reelección, reclamó “cargos en las listas” del oficialismo. La CGT aspira a que el Frente para la Victoria, sector mayoritario dentro del Partido Justicialista (peronismo), elija al diputado Héctor Recalde, abogado de la central, como candidato a vicepresidente de Fernández.

Ayer la mandataria se reunió con el Consejo Directivo de la CGT. El miércoles mantendrá otro encuentro con la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA). Fernández llamó a bajar la conflictividad y en ese marco quiere impulsar un acuerdo económico y social.

Pero empresarios y sindicalistas ya dejaron claro que no será fácil. “No creo que se pueda trabajar en un pacto social. En los meses venideros todo se va a teñir de campaña, lo que aflora en estos períodos es el corto plazo”, dijo el presidente de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, entrevistado por el diario argentino La Nación. Pero se mostró dispuesto a buscar acuerdo con la CGT para “consolidar el proyecto de crecimiento”. Uno de los temas de desacuerdo es la iniciativa para que los empresarios compartan sus ganancias con los trabajadores, respaldada por la CGT e impulsada por Recalde. El proyecto de ley de Reparto de Ganancias que está en la Cámara de Diputados establece que los trabajadores de una empresa con fines de lucro “tendrán derecho a una retribución anual en concepto de participación en las ganancias, sujeta a los resultados del ejercicio económico de la empresa a la que pertenecen”. Se aplicaría a las compañías con más de 300 empleados y una rentabilidad alta. De Mendiguren puntualizó que se opone a cualquier forma de “cogestión” con los trabajadores. Al respecto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, dijo que “para garantizar que Argentina siga creciendo, debe resolver los problemas en forma amigable”, y que “el gobierno tiene que actuar como moderador y con la mayor racionalidad”.