La jornada de votación fue tranquila, de acuerdo al representante de la OEA en Ecuador, Enrique Correa, cuya organización sólo desplegó 18 observadores en todo el país, pero en la prensa se leía entre líneas algo muy distinto. En aquellos medios que no son afines al gobierno y también en los oficialistas, o en el periódico digital estatal, El Ciudadano, se vislumbraba malestar, por ejemplo, en la entrevista en la que el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador, Omar Simon, aclaró que era normal que el conteo de votos se suspendiera durante la noche del sábado al domingo para que los funcionarios pudieran descansar. Así respondía a preocupaciones de la oposición.
El malestar en la prensa privada, que en buena parte está enfrentada al gobierno de Rafael Correa, tiene su razón principal en la pregunta número nueve. En el referendo del sábado los ecuatorianos podrían haber aprobado la creación de un consejo que regule los contenidos violentos, sexuales o discriminatorios. Esta entidad debe determinar la “responsabilidad” de los periodistas y de los medios que transgredan ciertos límites. Pero ni los criterios ni la composición del consejo están definidos. El presidente Correa dijo ayer que el gobierno tiene que integrarlo, pero no ser mayoría.
El tono del mandatario hacia la prensa privada se endurece, igual que los ataques que esos medios le reservan. Correa calificó a esa prensa de “mediocre”, “corrupta” y “mentirosa”, en respuesta a las organizaciones de periodistas en Ecuador y en el extranjero que advierten que el consejo impulsado por su gobierno podría servir para censurar.
En este marco Correa demandó al diario opositor El Universo por una columna publicada el 6 de febrero cuyo autor, Emilio Palacio -señalado por el oficialismo como instigador del levantamiento policial del 11 de setiembre de 2010-, califica al presidente de “dictador” y a su gobierno de “dictadura”.
Para otro columnista opositor, Fabián Corral, del diario El Comercio, ese consejo “es muy peligroso”. El periodista, también experto en derecho político, dijo a la agencia de noticias EFE que el criterio para las sanciones contra periodistas debería estar en la ley y no basado en la opinión “discrecional” de un consejo.
Correa niega que esa reforma viole la libertad de prensa y repitió ayer que es necesaria para mejorar la calidad de la información. También dijo que profundizará su “revolución ciudadana”. Lo declaró después de que un conteo rápido del CNE concluyera que el Sí triunfó.
Pero ayer, con la mitad de los votos escrutados, la diferencia a favor del Sí era ajustada y en esta pregunta obtenía el 44% frente al 43,5% del No. Otro punto destacado y polémico de la consulta son las dos preguntas relativas a la Justicia. En una entrevista con Telesur difundida ayer, Correa dijo que la idea del referendo surgió de los reclamos de la derecha, con la complicidad de algunos medios de comunicación. En su opinión, se usó la inquietud por la inseguridad pública para atacar su gestión y se pidieron reformas. “Les aceptamos el desafío”, lanzó, y agregó que luego esos opositores formaron una coalición por el “no” y “el pueblo ecuatoriano la venció”.
“La muletilla de la oposición y de los medios de comunicación, como no tienen más nada que criticarnos, es la inseguridad”, dijo el presidente.
La consulta también incluyó la prohibición de “los espectáculos que tengan como finalidad dar muerte al animal”. En este único caso, la norma no tiene alcance nacional sino que se aplicaría en cada región administrativa, cada cantón, según el resultado final del conteo de votos. Pero los primeros datos, con más de 33% de las actas escrutadas, indicaban que en Quito, Guayaquil y Cuenca la prohibición de las corridas de toros será una realidad.
Se necesitará de por lo menos diez días para terminar de procesar los votos emitidos en el país y desde el exterior, anunció Simon. Ayer el Sí obtenía de 44% a 49,5%, según la pregunta, mientras que el No alcanzaba de 40,2% a 44,1%.