La candidata a presidenta peruana Keiko Fujimori, que encabeza las encuestas de intención de voto para la segunda vuelta electoral del 5 de junio, denunció que se impulsa una “guerra sucia” contra su equipo de campaña. En los últimos días, tres de sus voceros fueron acusados de respaldar los crímenes de gobierno del padre de la candidata, Alberto Fujimori (1990-2000). Por ellos, el ex presidente cumple 25 años de prisión.

El primer vocero en problemas fue Jorge Trelles, al que Keiko debió separar de su cargo luego de que dijo: “Nosotros matamos menos”, comparando la administración Fujimori con los gobiernos anteriores. En su defensa Keiko aseguró que Trelles hablaba de que la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) habría certificado que entre 1990 y 2000 hubo menos desaparecidos que durante los años anteriores del conflicto interno que empezó en 1980. Pero ante la polémica desatada, el vocero dejó de serlo.

El lunes, le tocó a una vocera, Milagros Maraví, ser cuestionada. La ex congresista Anel Townsend denunció que había sido una abogada comprometida política y profesionalmente con el régimen de Fujimori y con su principal asesor, Vladimiro Montesinos, también condenado por violar los derechos humanos.

Townsend presidió una comisión investigadora del Congreso sobre “la actuación, el origen, movimiento y destino de los recursos financieros” de Montesinos y su relación con el ex presidente Fujimori, según indica la página oficial de la institución.

La ex congresista recordó que Maraví integró la Comisión Especial de Alto Nivel que buscó la impunidad de Fujimori y Montesinos. La vocera de Keiko, según denunció Townsend, “admitió en la sesión del 5 de junio del 2002 que se había reunido por lo menos dos veces en el SIN [Servicio de Inteligencia Nacional] con Vladimiro Montesinos por orden de Alberto Fujimori, que les indicaba que con él tenían que coordinar las acciones de defensa legal”.

Félix Jiménez, el jefe del plan de gobierno del rival electoral de Keiko, Ollanta Humala, dijo que ver a Maraví “presentarse como una vocera de Fuerza 2011 a favor de los derechos humanos” le “parece un cinismo que la población debería entender”.

Keiko aseguró que su vocera es una profesional “honesta” que por su activo trabajo en Fuerza 2011 “ahora es víctima de esta guerra sucia” y le declaró su “total respaldo”.

Ayer, otro vocero de la candidata dijo palabras polémicas. “Utilizaron un método para calcular cardúmenes en el mar”, afirmó Rolando Souza en referencia a los métodos que usó la CVR para establecer que el fujimorismo dejó más de 69.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos. Souza, que también es abogado defensor del ex presidente Fujimori, insistió: “Para hacer un cálculo estadístico de cuántas fueron [las víctimas], evidentemente utilizaron un método así. No estoy siendo irónico, estoy siendo exacto”.

Por su parte, el premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa aseguró que la llegada de Keiko a la presidencia significaría “el restablecimiento de una dictadura que llenó de injusticia, de sangre y de corrupción” a su país. Por otro lado, advirtió que “si el señor Humala no cumpliera su compromiso [de respetar la democracia], los peruanos democráticos saldríamos a las calles a defender lo que hemos votado”.