“Querido” por los socialistas, “respetado” por sus adversarios y “temido por los terroristas” de ETA. Con esas palabras definió a Alfredo Pérez Rubalcaba el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando le dio públicamente el respaldo como pre candidato para las presidenciales de 2012 a su ministro del Interior, vicepresidente primero y portavoz del gobierno. Rubalcaba ha dicho que el mandatario y él son “íntimos”, y por eso no le preocupa que durante la campaña para las presidenciales los socialistas tengan una dirección bicéfala: con él como candidato y Zapatero como máxima autoridad del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Pero hay quienes señalan que la dirección bicéfala del PSOE implicará que a Rubalcaba le resultará más incómodo reconocer en campaña los errores políticos de la actual administración y en cambio promoverá una defensa cerrada de Zapatero ante las críticas opositoras. Ése parece ser el camino que comenzó a transitar Rubalcaba. El sábado, en el comité federal del partido, subrayó: “Comparto todas y cada una de las decisiones que el gobierno de José Luis ha tomado… y me siento responsable de todas y de cada una de ellas”. Como buen número dos, Rubalcaba respaldó a Zapatero. Sin embargo, no fue a Zapatero a quien apoyó en el año 2000 en el Congreso del PSOE. En esa ocasión Rubalcaba respaldó la candidatura de José Bono a la secretaría general del partido, cargo por el cual competía con Zapatero, que logró la victoria. En ese mismo Congreso Rubalcaba pasó a formar parte del comité federal del PSOE.

Parte de la historia

P>El actual vicepresidente primero de España ingresó al PSOE en 1974, un año antes de la muerte de Franco, y formó parte del “clan de la tortilla” que dio vuelta radicalmente la línea de la dirección histórica del partido de la mano de Felipe González, quien también fue responsable de la primera militancia del ahora precandidato en el PSOE. Con la llegada de los socialistas al gobierno en 1982, Rubalcaba asumió distintos cargos. Los primeros estuvieron relacionados con la educación, ya que él era profesor de Química Orgánica en la Universidad Complutense de Madrid. Entre 1982 y 1991 fue director de gabinete de la Secretaría de Estado de Universidades, director general de Enseñanza Universitaria, secretario general de Educación, secretario de Estado de Educación, y finalmente ministro de Educación y Ciencia en 1992. Según la biografía oficial de Rubalcaba publicada en la web del Ministerio del Interior, desde estos cargos el ahora vicepresidente colaboró con “las más importantes leyes educativas del gobierno socialista: la ley de reforma universitaria, la ley de fomento y coordinación general de la investigación científica y técnica, y la ley orgánica de ordenación general del sistema educativo”. Con la siguiente victoria electoral de Felipe González, en 1993 Rubalcaba fue nombrado ministro de la Presidencia y de Relaciones con las Cortes, cartera que estrenó. En ese cargo se mantuvo hasta las elecciones de 1996, en las que el PSOE fue derrotado y él fue electo diputado por Cantabria, donde nació en 1951. En esa comunidad autónoma hoy gobiernan los socialistas, pero sólo hasta que asuma una nueva administración, porque fueron derrotados el domingo 22 en las elecciones municipales y autonómicas que se celebraron en Cantabria, al igual que lo fueron en otras cuatro comunidades en las que eran gobierno.

Desde el Interior

P>Con el PSOE en la oposición, a fines de los 90, Rubalcaba fue portavoz en el Congreso, mientras a la interna del partido continuaba su ascenso. En el congreso del partido de 1997 fue electo integrante del ejecutivo socialista. Desde allí dio su respaldo a Bono más adelante. Zapatero no se lo cobró, y en 2004 lo eligió para armar su estrategia para ganar las elecciones, cosa que lograron. Dos años después, Rubalcaba volvió al gabinete pero como ministro del Interior, encargado de gestionar una tregua con ETA que hacía dos semanas había anunciado un alto al fuego permanente. Rubalcaba trabajaba en ese sentido desde hacía ya 15 años, e incluso fue quien encabezó la delegación socialista que trabajó y acordó con el opositor Partido Popular el denominado Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, firmado en 2000. Fue confirmado como ministro después de la reelección de Zapatero en 2008, pero en ese entonces no fue nombrado vicepresidente, algo que levantó especulaciones porque, se decía, era lo que Rubalcaba esperaba, recordó la agencia de noticias EFE. Ese nombramiento llegó dos años después, junto con el título de portavoz del gobierno. Como portavoz de Zapatero intentó recuperar la confianza de los españoles después de los ajustes y recortes realizados por la administración para disminuir el déficit público causado por la crisis económica que en los últimos tres años enfrenta España. Los resultados de su gestión aún no están a la vista, aunque los malos resultados obtenidos por los socialistas en las elecciones municipales y autonómicas parecen dar señales negativas. Con Felipe González también había sido portavoz y tampoco la tuvo fácil entonces. Durante su gestión se fugó de España Luis Roldán, quien había sido jefe de la Guardia Civil y había dejado el cargo en 1993 al verse vinculado en un caso de corrupción, lo que fue un golpe para las autoridades. Además, las investigaciones judiciales contra los Grupos Antiterroristas de Liberación -una milicia que se mantuvo activa en el primer período de gobierno de González (1983-1987), cuyo objetivo declarado era luchar contra ETA pero que también cometió actos de violencia contra civiles- develaron que altos cargos del Ministerio del Interior los financiaron en parte, y durante meses no dejó de especularse el grado de conocimiento y participación que tuvo el gobierno de González en el caso.

ETA en el medio

P>Rubalcaba aparece como sumamente exitoso en su lucha contra el grupo armado independentista vasco ETA y se le señala como responsable de que haya entrado en su “fase terminal”. Oficialistas y opositores lo reconocen como alguien que supo trabajar en este sentido, tanto con un bajísimo perfil como desde la primera línea en la “lucha contra el terrorismo” española. Meses atrás, como para subrayar la gestión de Rubalcaba, ETA declaró un alto al fuego permanente y verificable. Sin embargo, los medios conservadores como el diario El Mundo se ocupan de señalar que quedan algunas cuentas pendientes respecto a la política contra ETA. Una de ellas fue recordada por el diputado del opositor Partido Popular, Ignacio Gil Lázaro, quien aseguró que los socialistas eligieron a un candidato “al que la Justicia puede llamar a la puerta en cualquier momento”. Se refería a que el Ministerio del Interior de Rubalcaba es investigado por la Audiencia Nacional española a raíz de un “chivatazo” que mandos menores dieron a ETA, cuando se iba a realizar una redada para detener a varios de sus líderes, en 2006, durante la tregua y las negociaciones de paz entre el grupo armado y el gobierno. Supuestamente esas detenciones fueron consideradas una traición por ETA y en respuesta, el 30 de diciembre de ese año cometió un atentado. Hizo explotar una camioneta y mató a dos personas. Con ese ataque se dieron por terminadas la tregua y las negociaciones de paz. Sin embargo, en 2008, se incautaron documentos de un ex número uno de ETA, Francisco Javier López Peña, que demostrarían que después de este atentado, en mayo del año siguiente, el gobierno intentó retomar las negociaciones y pidió disculpas a ETA por aquellas detenciones. Esta información nunca fue confirmada ni por el gobierno ni por Rubalcaba que, se dice, fue uno de quienes participó en esas reuniones, informó el diario La Nueva España. Fuera de la política, Rubalcaba supo ser velocista del Real Madrid -cuadro del cual es hincha- tal como recordó Zapatero cuado aseguró el sábado que quien lograra correr 100 metros en menos de 11 segundos también puede revertir los más de 10 puntos porcentuales de desventaja que le dan las encuestas al PSOE ante el Partido Popular para las elecciones de marzo. El ministro también supo escribir varias columnas de opinión para el diario español El País, en las cuales predominaron los temas deportivos. Ahora, le tocará estrenarse como “primero”, porque tal como señaló el analista del mismo periódico, Iñaki Gabilondo, Rubalcaba ha sabido ser “un excelente segundo, con gran habilidad para movimientos tácticos, menos obligado a preocuparse por cuestiones de alta estrategia. Un hombre de mucho nivel como segundo, va a encontrarse por primera vez como primero. Ya veremos cómo lo hace”.