Durante la mesa redonda online en la que el presidente estadounidense, Barack Obama, respondió desde la Casa Blanca a preguntas de miembros de la comunidad latinoamericana en Estados Unidos, surgió un tema cantado: Cuba. El mandatario dijo que, de momento, no se vislumbra en la isla “un verdadero espíritu de transformación que nos anime a levantar el embargo”. Añadió que Estados Unidos, que mantiene ese embargo desde 1962, podría “cambiar la política hacia Cuba” si allí el gobierno de La Habana “está dispuesto a otorgar la libertad a su pueblo”. Si se ven “signos positivos, responderemos de forma positiva”, dijo.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, respondió que “hay siempre un abismo entre el discurso del presidente Obama y los hechos, no sólo en el tema de Cuba”, y que sus declaraciones “resultan viejas y repetitivas”. Con las flexibilizaciones de las sanciones a Cuba que dispuso Obama, los cubanoestadounidenses pueden mandar remesas y viajar a la isla sin límites.
Una de las preguntas que se le presentó a Obama en esta mesa redonda, enviada por el público, fue acerca de cuáles serían las condiciones exactas para levantar el embargo. En la respuesta, el presidente estadounidense dijo: “Obviamente, comerciamos y mantenemos intercambios con numerosos países que están lejos de ser democracias liberales.” Agregó: “Si viéramos una liberación de prisioneros políticos, la posibilidad para la gente de expresar su opinión y de exigir cuentas a su gobierno, esos serían [cambios] significativos.”
Ayer, en su columna “Reflexiones”, que publica el medio digital oficialista cubano Cubadebate, Fidel Castro respondió a Obama: “¡Qué simpático! ¡Qué inteligente! Tanta bondad no le ha permitido comprender todavía que 50 años de bloqueo y de crímenes contra nuestra patria no han podido doblegar a nuestro pueblo. Muchas cosas cambiarán en Cuba, pero cambiarán por nuestro esfuerzo y a pesar de Estados Unidos. Tal vez antes se derrumbe ese imperio.”.