“Cumplo con mi deber de pedirle mi salida del cargo de ministro de Turismo”, dijo sin mayores explicaciones Pedro Novais a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en su carta de renuncia. La mandataria aceptó su dimisión, como lo hizo desde enero con otros cuatro ministros. Al igual que Novais, tres de ellos -de Presidencia, Transportes y Agricultura- dejaron sus cargos por denuncias de corrupción que publicó la prensa.

La nueva baja en el gabinete brasileño era más predecible que las anteriores. Ya en enero, cuando asumió como titular de Turismo, pesaban sobre Novais, de 81 años, denuncias de que había usado para fines personales recursos de la Cámara de Diputados, que él integró.

Ayer el diario Folha de São Paulo publicó que la esposa del ministro tenía de chofer a un empleado de la Cámara de Diputados, con sueldo pago por esa institución. Un día antes, el mismo periódico publicó que el Congreso también pagó, durante siete años, el sueldo de una empleada doméstica de Novais. El ministro había argumentado que esa persona era su secretaria cuando él era diputado, pero ayer ya no se defendió.

Anteriormente, Novais había quedado al margen de las denuncias de fraudes millonarios con fondos públicos en su cartera, por las que fue detenido -y perdió el cargo- el ex subsecretario de Turismo Federico Silva da Costa, y por las que se investiga a otros 38 funcionarios. Sin embargo, las nuevas denuncias pesaron demasiado y le restaron respaldo al ministro.

Horas antes de aceptar su renuncia, periodistas le preguntaron a Rousseff sobre la publicación de Folha, y ella dejó en claro que no tenía decidido defender a Novais hasta que se probara su culpabilidad. “Primero se le pedirán las explicaciones necesarias y después se evaluará la situación para tomar las medidas pertinentes”, dijo la presidenta.

Tampoco el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece Novais, mostró mucho respaldo al ministro. De acuerdo a las agencias de noticias EFE y AFP, antes de que se conociera la renuncia el jefe de bancada del PMDB en Diputados, Henrique Eduardo Alves, opinó que “esta historia ya es demasiado incómoda” y “debe acabarse”. Tanto Alves como el senador del PMDB Pedro Simón destacaron que es necesario preservar la imagen del Ministerio de Turismo, que no puede estar bajo sospecha en un país que organiza el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.