La Fiscalía pidió ayer el sobreseimiento del juez Baltasar Garzón en la causa abierta en su contra por declararse competente para investigar las desapariciones forzadas durante la Guerra Civil Española y la dictadura de Francisco Franco. El juicio comenzó ayer en el Tribunal Supremo de España.

Garzón fue acusado de prevaricato por las agrupaciones ultraderechistas Manos Limpias y Libertad e Identidad, por separado, por haber intentado investigar delitos que, según esas organizaciones, están amparados en la Ley de Amnistía. El juez argumentó en ese entonces, en 2008, que la desaparición forzada es un crimen contra la humanidad y, por lo tanto, no puede prescribir, y se amparó además en la Ley de la Memoria Histórica, por la que esos delitos deberían ser investigados.

Por los cargos en su contra Garzón, que está suspendido en su calidad de juez, enfrenta hasta 20 años de inhabilitación.

Su abogado defensor, Gonzalo Martínez-Fresneda, solicitó la anulación del procedimiento. Al igual que el fiscal Luis Navajas, cuestionó la instrucción del juicio, que estuvo a cargo del juez Luciano Varela.

“No he visto nada igual en 36 años de carrera”, dijo Navajas en referencia a varias irregularidades de Varela. Añadió que en el proceso Varela dio una “segunda oportunidad” a Manos Limpias para que corrigiera el escrito de acusación pese a que ya había vencido el plazo para presentarlo, algo que está prohibido por la ley. El fiscal opinó que el juez “colaboró” con la parte acusadora al señalarle los errores. Varela fue separado de la causa por esa actuación.

En su exposición de ayer, Navajas dijo en alusión a Manos Limpias: “El Ministerio fiscal no necesita ayuda para defender todos los derechos con éxito y defender la legalidad. Que no se nos sumen al pelotón corredores adhesivos, que no los necesitamos para nada”.

“Si el Supremo condena a Garzón va a ser el hazmerreír de los tribunales”, dijo a El País el abogado argentino Hugo Relva, especializado en derechos humanos y asesor jurídico de Amnistía Internacional. Relva fue uno de varios representantes de organizaciones militantes por los derechos humanos que concurrieron al tribunal a seguir el proceso contra Garzón. Tanto Amnistía Internacional como Human Rights Watch o la Comisión Internacional de Juristas enviaron “observadores” porque opinan que la decisión del tribunal español sentará un precedente que puede incidir en otros casos en los que se investiguen delitos en los que existe jurisdicción universal, señaló la agencia de noticias EFE. La persecución de estos delitos, y el caso emblemático de su acción contra el dictador chileno Augusto Pinochet, hicieron conocido a Garzón en el mundo.

Ayer, cuando llegó al tribunal lo recibieron decenas de manifestantes con aplausos y carteles en los que le manifestaban su apoyo y afirmaban que los crímenes del franquismo tienen que ser juzgados.