El presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, fue reelecto el sábado con 51,6% de los sufragios. Su Partido Nacionalista también obtuvo la mayoría en el Parlamento, de acuerdo a los datos oficiales. La principal opositora, Tsai Ing-wen, que defendía una postura menos favorable a China, sin llegar a reclamar la independencia como otros líderes de su partido, obtuvo 45,6% de respaldo, reconoció su derrota y renunció a la presidencia de su fuerza política, el Partido Demócrata Progresista (DPP por sus siglas en inglés).

Tsai no dio signos de querer deshacer las políticas económicas de Ma respecto a China, pero dijo que éstas alimentan la desigualdad y acusó al presidente taiwanés de vender la independencia que tiene la isla en los hechos a cambio de ventajas económicas.

En los días previos a las elecciones, Tsai adoptó una postura más moderada y prometió que mantendría el diálogo con Pekín y que no pensaba impulsar una gestión similar a la del predecesor de Ma, Chen Shui-bian, del DPP, más hostil hacia China. Su administración irritó a Pekín, causó fuertes tensiones en la región y preocupó a Estados Unidos, que es el principal aliado de Taiwán en temas de seguridad. Pese a esto una victoria de Tsai hacía temer sobre las relaciones entre Pekín y Taipei.

“Hemos ganado. En los próximos cuatro años las relaciones entre ambos lados del Estrecho (de Taiwán) serán más armoniosas, habrá más confianza mutua y las posibilidades de un conflicto serán menores. Los taiwaneses nos han dicho que estamos en el camino correcto”, anunció Ma.

El líder nacionalista chino Chiang Kai-shek, perdió en 1949 la guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong y se refugió con sus seguidores en Taiwán. Desde entonces, Pekín considera a la isla como una provincia rebelde y llegó a amenazar con reprimirla si declara su independencia formalmente.

Esta vez, según destacó la agencia de noticias Reuters, los comicios presidenciales se celebraron sin tensiones, a diferencia de lo que ocurrió con motivo de la primera elección presidencial directa, realizada en 1996, cuando China lanzó misiles en las aguas frente a Taiwán.

En el Parlamento, los electores le dieron 64 de los 113 escaños al oficialismo, 17 menos que los que hoy tiene, aunque mantendrá la mayoría absoluta. Sin embargo, Ma prometió que consultará regularmente a los grupos opositores.