La intención del artículo que el presidente Rafael Correa ingresó en la reforma de la ley electoral es que los medios ecuatorianos no podrán hacer campaña para las elecciones de 2013. “Los medios de comunicación se abstendrán de hacer promoción directa o indirecta, ya sea a través de reportajes, especiales o cualquier otra forma de mensaje, que tienda a incidir a favor o en contra de determinado candidato, postulado, opciones, preferencias electorales o tesis política”, indica el artículo que fue incluido por Correa.

Ayer, la Asamblea Nacional no logró los votos necesarios para rechazar ese artículo, por lo que entrará en vigor, con el resto de la reforma, de forma automática, el 4 de febrero.

La aprobación de esta nueva normativa implica que las elecciones, fijadas para el 20 de enero de 2013, deberán ser postergadas como mínimo hasta el 4 de febrero de ese año, porque en el año anterior a los comicios no se puede reformar la ley electoral.

En observación

Una comisión de Naciones Unidas llegó a Ecuador para analizar los acontecimientos del 30 de setiembre de 2010, que el gobierno define como intento de golpe de Estado, extremo que ha sido rechazado por los militares y la oposición. La decisión de definirlo como un intento de golpe fue respaldada en noviembre por la Unasur.

En una carta Correa le pidió al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que enviara una misión a su país para ahondar en el impacto en la democracia de lo sucedido ese día. La visita terminará el viernes.

Ante las críticas de los medios y de la oposición, que señalan que la ley restringe la libertad de prensa, Correa, que anunciará en junio si opta o no por la reelección, señaló que la reforma “lo que prohíbe es esa descarada campaña a la que nos tienen acostumbrados los medios de comunicación de beneficiar a su candidato de preferencia”. Agregó: “Si hubiera ética periodística en este país, probablemente esto no sería necesario”.

La aplicación de esa norma estará en manos del Consejo Nacional Electoral, cuya imparcialidad también es puesta en duda por la oposición.

Las principales críticas a la reforma apuntan a que el texto de la nueva legislación es demasiado amplio y deja mucho librado al criterio del encargado de aplicarla. “Estaremos sujetos a caer en demandas porque no podremos hacer el trabajo que tenemos que hacer: describir el ambiente del país y a los candidatos, hacer debates sobre sus propuestas, mirar sus hojas de vida, analizar sus planteamientos”, dijo a la BBC el subdirector del diario ecuatoriano Expreso, José Hernández. “Cualquier cosa podría caer como promoción indirecta”, criticó también la asambleísta opositora María Paula Romo.

El ex presidente de la autoridad electoral Medardo Oleas aseguró que presentará un recurso de inconstitucionalidad contra la reforma, “porque no es posible que en un proceso electoral el ciudadano quede sin información”.

Como respuesta a las críticas Correa señaló que estas reglas de juego también se aplican a los medios estatales -que son varios- y a su espacio radiotelevisivo de los sábados, por lo tanto, bromeó, será él quien se quedará sin su propaganda.