Ese día fue reprimida una manifestación convocada por esa comunidad y murieron seis de sus miembros, según números oficiales -ellos aseguran que son ocho-. Tres manifestantes siguen desaparecidos, de acuerdo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y otros 48 sufrieron heridas.

La protesta de 48 Cantones rechazaba el aumento de los precios de la energía eléctrica, un proyecto de reforma constitucional y una iniciativa para que la carrera de magisterio dure cinco años en lugar de tres. Para que su demanda fuera escuchada, los manifestantes cortaron una carretera. El gobierno entendió que se estaba violando el derecho de circulación de los vecinos, intervino para dispersar la protesta y hubo un tiroteo. La Justicia aún indaga qué pasó después. Las versiones se contradicen, pero siete militares son investigados.

Luego de los enfrentamientos, Tacam fue entrevistada por los medios de su país en Ciudad de Guatemala, donde se encontraba para reunirse con el presidente, Otto Pérez Molina, para presentarle sus demandas junto a otros diri- gentes de su comunidad. El video de ese momento (http://ladiaria. com.uy/UBk) muestra una mujer joven, sencilla, con lentes de montura gruesa que evita fijar la mirada en sus interlocutores.

Resulta difícil creer que esa chica dirige una de las mayores organizaciones campesinas del país, que cuenta con 1.900 mujeres y hombres electos para cumplir con distintas tareas de coordinación comunitaria, en una entidad que surgió del cometido de cuidar el bosque y el agua que están en su territorio. Las tierras de todo el departamento fueron compradas por su primer presidente, que las puso a nombre de toda la comunidad hace 200 años.

“Hacer la diferencia”

Tacam, hija de un líder comunitario del que siguió los pasos desde su infancia, es estudiante de derecho y soltera. Jamás en la historia de 48 Cantones una mujer o una persona soltera había asumido el máximo cargo de responsabilidad -en esa comunidad no se habla de poder-. A ella la eligieron porque recibió educación. Quienes se opusieron a su designación, según la revista feminista guatemalteca La Cuerda, fueron las mujeres. La consideraban demasiado joven.

Tacam no discrepa. Para asumir la responsabilidad que insume portar la vara de mando que llevan los líderes de su comunidad “se debe tener una sabiduría que sólo la universidad de la vida se la puede dar a uno”, dijo en una entrevista con el periódico digital guatemalteco Plaza Pública. “En la misma vara que portamos, la parte de arriba es de plata y simboliza las canas de las personas que la llevan. La parte de abajo también es de plata, significa la seguridad que debe tener la persona que la portará”, agregó.

Cuando Plaza Pública le preguntó qué había dicho para ser electa por los alcaldes, la joven se limitó a contestar: “Nosotros nos guiamos por la cosmovisión maya”. Sobre su candidatura anterior a la alcaldía que ocupó durante 2011, Tacam dijo: “No puedo esperar a que el mundo cambie las cosas por mí. Tampoco voy a cambiar yo todo, sino tratar de contribuir y de hacer la diferencia”.

La junta directiva de alcaldes coordina a los representantes de los 48 Cantones que integran la comunidad. Está a cargo de proteger las escrituras de propiedad de su tierra que están en un cofre en el salón municipal, custodiadas las 24 horas por dos alguaciles. Tacam, como presidenta de esa junta y de 48 Cantones, electa entre los alcaldes, debe asumir un rol de mediadora en los conflictos de todo tipo: eso abarca desde los conflictos de pareja hasta las negociaciones en las que representa a su comunidad ante el presidente de Guatemala, pasando por asuntos criminales.

Por eso, después de lo ocurrido a principio de mes entre su gente y la Policía, luego de haber hablado con otros dirigentes que estaban en el lugar, el principal mensaje de Tacam ante la prensa fue un llamado a “mantener la tranquilidad” y suspender las movilizaciones para “no poner en peligro más vidas”. La joven también explicó que “lamentablemente” su organización debe realizar acciones de protesta “porque el Estado muchas veces no escucha”, pero aclaró que los participantes en la manifestación “no iban armados”, porque la única arma de los líderes comunitarios es la vara. De su manera de hablar se desprende una mezcla de determinación y humildad.

“Yo les dije [a los otros líderes comunitarios] que yo no iba a imponer. No doy órdenes, sólo delego. Y los respeto a ellos porque son mayores. Hemos sabido combinar muy bien la experiencia con todas las energías que tenemos el vicepresidente y yo”, dijo Tacam a Plaza Pública. “Cuando me equivoque, me lo pueden decir con toda confianza”, aseguró la dirigente a sus compañeros.

Sin embargo, Tacam también impone cambios, con suavidad. Hasta ahora la comunidad se negaba a tener una página web para mantener la “discreción”. Eso cambió con ella. Sin embargo, puntualizó: “La tecnología es muy buena, eso no lo discutimos, pero viene a cambiar ideas. Hace que se vea todo desde el punto de vista materialista. Se pierden mucho los valores”.

También puso el foco en las mujeres de su comunidad. “La intención es que no estén en las corporaciones sólo como una figura”, dijo al portal. Están recibiendo capacitación para “tener cierto posicionamiento político, social y hasta jurídico. No estamos formando abogados y notarios, pero por lo menos buscamos que tengan noción de cuáles son nuestras leyes, derechos y obligaciones”, agregó. La presidenta de 48 Cantones también impulsa un trabajo sobre la violencia doméstica, y los jóvenes comenzaron a recibir cursos de liderazgo.

Trabajo comunitario

Gran parte de la población de Guatemala es indígena y Totonicapán es un bastión de esas comunidades. Miles de guatemaltecos volvieron a marchar el martes en varias ciudades del país para defender los reclamos indígenas y marcar su solidaridad con ellos ante la represión que sufrieron.

En paralelo, ese día y el miércoles se realizó una campaña de apoyo en las redes sociales.

La sociedad civil, 48 Cantones y la oposición política guatemalteca piden que Pérez Molina se someta de manera voluntaria a un “antejuicio” (la figura que prevé la Constitución para los casos que involucran a altos funcionarios de Estado), luego de que la Corte Suprema rechazó una solicitud similar, presentada por lo ocurrido el 4 de octubre.

La Coordinadora de Organizaciones Mayas para la Reforma del Estado estima que el presidente tiene que acceder porque así daría una muestra de que en el país hay democracia, según dijo a la prensa local Germán Curruchiche, integrante de esa organización indígena. También reclaman la renuncia de los ministros de Defensa, Ulises Anzueto, del Interior, Mauricio López, y del coordinador del Sistema Nacional de Diálogo, Miguel Ángel Balcárcel, por lo ocurrido camino al altiplano.

“No podemos aceptar que la protesta que precedió a los sucesos ocurridos el jueves 4 sea considerada un hecho pacífico y legal, porque los manifestantes afectaban a cientos de personas que transitaban por el lugar”, dijo el presidente el 7 de octubre. Tacam rechazó esas declaraciones: “Si el mandatario hubiera atendido las demandas de los directivos desde horas de la mañana [...] y no horas después de que se reportaron los primeros fallecidos, se hubieran evitado esos graves incidentes”. La dirigente también consideró “muy importante” que se atienda la situación de los cerca de 20 huérfanos que dejó la represión.

En los días siguientes, el gobierno anunció que no se volvería a recurrir al Ejército en el marco de manifestaciones y que las familias de los fallecidos recibirían una reparación. El miércoles hubo un encuentro entre los representantes indígenas y el gobierno. Se resolvió que ayer debían ser entregados a la Asamblea de alcaldes de 48 Cantones los detalles de la reforma prevista para la carrera de magisterio y que viajarían a Totonicapán miembros de la Comisión de Reformas Constitucionales para explicar estas modificaciones a los integrantes de la organización.

“Queremos que se incluya y se reconozca a la autoridad indígena en las reformas a la Constitución”, dijo Tacam. De momento, el proyecto de reforma constitucional no reconoce de manera explícita a las naciones maya, garífuna y xinca que viven en Guatemala. “La nación guatemalteca es una y solidaria […] la integridad de su territorio es pluricultural, multiétnico y multilingüe”, reza el proyecto que Pérez Molina espera ver aprobado esta semana. Pero con lo ocurrido el 4 de octubre, 48 Cantones y sus dirigentes se convirtieron en un interlocutor difícil de obviar y a su cabeza está una mujer de 27 años que sabe de Derecho.