Entre gritos, golpes y empujones, el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena, tuvo que suspender nuevamente la sesión de la Asamblea del Claustro electora de la decana de la Facultad de Enfermería, profundizándose el conflicto que se vive desde hace un tiempo entre dos bandos (ver http://ladiaria.com.uy/articulo/2012/9/servicio-de-acompanantes/): de un lado están quienes apoyan la reelección de Alicia Cabrera; del otro, quienes promueven a Neris González.
De acuerdo a un documento elaborado por una escribana que ayer acompañó a Arocena a la asamblea por Enfermería -leído en la sesión del Consejo Directivo Central (CDC) posterior a esa instancia-, la sesión se suspendió cuando una estudiante comenzó a aplaudir en señal de protesta. En el documento también se dice que Arocena fue abordado dos veces antes de ingresar a la sala por estudiantes que le manifestaron su opinión acerca de que el Claustro había sido citado en forma antirreglamentaria, por lo que no acatarían lo que se resolviera. En el medio de la votación, la estudiante expresó que quería hacer una denuncia y Arocena le dijo que esperara su turno, recibiendo como réplica los aplausos, a los que se sumaron varios de los presentes. Ése fue el momento en que se levantó la sesión, dando lugar a hechos de “violencia, forcejeo e insultos”, de acuerdo al acta de notarial.
De castaño a oscuro
En la sesión del CDC también se leyeron tres declaraciones; dos que lamentaban los hechos provocados por “una minoría” -una correspondió a los docentes y la otra a estudiantes independientes- y la del Centro de Estudiantes de la Facultad de Enfermería (CEFE), que denunciaba las irregularidades en la convocatoria e “intromisiones en el gremio”. El consejero docente Alejandro Bielli dijo que el funcionamiento en el servicio es “inaceptable” y que necesitan cambiar la forma de vincularse, mientras que el decano de la Facultad de Ciencias, Juan Cristina, sostuvo que el CDC cada vez tiene menos “margen de maniobra”, lo que lo llevará a tomar medidas “muy duras” porque está en juego la imagen de toda la Udelar. Su par de Química, Eduardo Manta, dijo que la situación “llegó a un límite” y consideró que en Enfermería la democracia no funciona “porque las minorías lo impiden”, mientras que la decana interina de ese servicio, Celia Cocco, anunció que citará a un Consejo extraordinario para intentar dirimir los “conflictos”.
A pedido de Arocena, el CDC resolvió pedirle a dicho órgano que informe sobre lo sucedido y con base en esos insumos se tomarán medidas en su próxima sesión. Algunas de las acciones que puede disponer la Udelar son decretar una intervención o definir que el servicio deje de ser una facultad y pase a ser una escuela dependiente del CDC.
Otra versión
la diaria dialogó con varios integrantes del CEFE, quienes indicaron que el conflicto fue generado por la mala gestión de Cabrera -a quien la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) declaró persona no grata- y denunciaron “persecución política” a algunos de sus delegados. El centro sostiene que la citación al Consejo que convocó al Claustro elector se realizó 24 horas antes, por correo electrónico, y sólo a los delegados suplentes. Además consideran que el procedimiento seguido por el rector en la sesión tampoco fue el adecuado y que la estudiante que quiso hacer una denuncia estaba en el uso de la palabra y se le impidió continuar. También acusan a Cabrera de frenar el egreso de 600 estudiantes al no acreditarles sus notas y de no permitir el ingreso de la generación 2011, en acuerdo con docentes y alegando “problemas internos”, según dijeron desde el CEFE.
Con respecto a la versión de la claustrista amenazada que fue publicada por Búsqueda, el centro sostiene que la estudiante -delegada por el CEFE- les comunicó que estaba siendo presionada por su voto y que quería pedir licencia. Desde el CEFE le sugirieron que renunciara, por lo que la estudiante envió su carta de renuncia. Dicen desconocer los motivos por los cuales la claustrista luego alegó ser amenazada para dejar su cargo y volvió a escribir para mantenerlo, violando el mandato del gremio para acompañar la candidatura de Cabrera. Los estudiantes denunciaron además que en el último tiempo recibieron amenazas de todo tipo, tanto de docentes como de algunos prestadores privados de salud, que insinuaron la intención de despedir a algunos claustristas.