En la portada del sitio oficial de Capriles hay un contador que anuncia cuántos días faltan “para la Venezuela del progreso”, en referencia al domingo. “Porque esta elección se trata de escoger entre dos propuestas muy claras: el camino del progreso y la construcción del futuro de nuestro país o el estancamiento, las vías del conflicto, la división y la ineficiencia por las cuales nos ha llevado el gobierno central durante los últimos 14 años”, escribió el candidato presidencial en su última columna de opinión.

En los últimos días se comprometió, entre otras cosas, a cumplir con la demarcación de tierras de los indígenas. “Vengo a tenderles la mano a nuestros hermanos indígenas y a decirles que el progreso es también para ustedes. [...] Todos tenemos derecho a estar mejor y ustedes van a estar mejor”, dijo Capriles durante el cierre de su campaña electoral en Amazonas.

En cuanto a la política exterior, con un discurso integracionista abogó por los bloques regionales, pero anunció que revisará los convenios petroleros. “Estamos de acuerdo con el proceso de globalización, el Mercosur, el Alba, el Grupo de los Tres, nos interesan todos. Vamos a reforzar los lazos con otros países pero sin regalar nuestro petróleo. El proceso de integración debe ser favorable para Venezuela”, afirmó y anunció que, si gana, Brasil será uno de sus primeros destinos. “A Brasil voy a buscar inversión, que también nosotros les exportemos productos, no sólo que se los compremos”, dijo.

Capriles aseguró también que entregará al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, una lista de venezolanos secuestrados para que sean incluidos en el acuerdo que está en proceso de negociación entre Bogotá y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. “La cifra supera las 30 personas secuestradas y la información que tenemos es que estarían en territorio colombiano”, aseguró.

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El domingo Capriles encabezó una masiva concentración en el centro de Caracas, según las crónicas de diferentes medios. En su discurso, leyó fragmentos del programa de gobierno de Chávez. Señaló que “no tiene nada que ver” con la solución de los problemas de los venezolanos y que “el socialismo del siglo XXI ya se agotó” en los últimos 14 años.

Chávez respondió: “Tanto no está agotado que la derecha ha tenido que disfrazarse de izquierda”. Aludía al discurso de su rival, que habla de progreso y busca “captar votos engañando a la gente”, escondiendo el “paquetazo neoliberal”, dijo.

No sé qué decirte

Durante toda la campaña los resultados de los sondeos de opinión han sido contradictorios y no han permitido establecer un escenario probable para este domingo. Esto tampoco escapa a las últimas encuestas realizadas en setiembre. Ocho dan ganador a Chávez, con una intención de voto que oscila entre 46,17% (Sexto Poder Datos) y 60,1% (GIS XXI), frente a Capriles, cuyo apoyo sitúan en 43,25% y 39,9%, respectivamente. En tanto, entre las cinco que dan ganador a Capriles, las diferencias se acortan de 52,9% (Predicmática) a 48,8% (Hercón Consultores) frente a 47,1% y 44% para Chávez, respectivamente.

“Un gobierno burgués nos volvería a meter en la tormenta y, entonces, ya la subversión no sería positiva, pacífica, constructiva, sino que entraríamos de nuevo en un desastre, en un aquelarre”, alertó y prometió que en el período 2013-2019 se consolidarán los cambios del socialismo del siglo XXI. Consultado sobre los errores de sus 14 años de gestión, Chávez asumió que existieron “ineficiencia, falta de experiencia, burocratismo, falta de seguimiento a los proyectos que se emprenden” y otras tareas pendientes. “No arreglaron la calle, no llegó la luz, se fue el agua, no consiguió empleo o no resultó beneficiado con la entrega de una casa”, enumeró.

En ese sentido prometió “mayor eficiencia” en su próxima gestión, pero advirtió: “Lo que está en juego [el domingo] no es si asfaltaron o no la calle […] Lo que está en juego no es si me han dado la casa o no me la han dado, lo que está en juego no es si yo estoy bravo con los dirigentes regionales o porque peleamos o porque me distancié o porque yo estoy cansado. Es mucho más que eso, camaradas. Nos estamos jugando la vida de la patria el 7 de octubre”.

Triángulo amoroso

El gobierno de Cuba, por intermedio de su canciller, Bruno Rodríguez, manifestó ayer ante la Asamblea General de Naciones Unidas el respaldo a Chávez. “Las inminentes elecciones en la hermana República Bolivariana de Venezuela serán decisivas para el destino común de la región”, aseguró. Durante su intervención transmitió la “solidaridad” cubana al presidente y al pueblo venezolanos “ante los intentos de desestabilización que se avizoran”. El diplomático también responsabilizó a Estados Unidos de sostener “las amenazas, los peligros y los obstáculos” que enfrenta América Latina y acusó en particular a su presidente, Barack Obama. “Las promesas de 2009 que hizo el actual presidente no se cumplieron”, dijo.

Sin embargo, esta semana Chávez hizo referencia al presidente estadounidense e incluso encontró en él un aliado frente a la “extrema derecha”, en clara alusión al candidato republicano, Mitt Romney, con quien, durante la campaña, comparó a Capriles. “Si yo fuera estadounidense, votaría por Obama”, aseguró Chávez durante una entrevista en el programa de televisión que conduce su ex vicepresidente José Vicente Rangel, al ser consultado sobre los escenarios electorales de ambos países.

Además, especuló con que si Obama fuera de Barlovento, una región del centro de Venezuela, en el estado de Miranda, o de un barrio de Caracas, “votaría por Chávez”. “Obama es un buen tipo. Ahora, es él y sus circunstancias”, completó. En cuanto a las relaciones bilaterales, el presidente venezolano manifestó su voluntad de entablar un “relacionamiento normal” con el gobierno de Estados Unidos después de su propio “triunfo y del probable triunfo de él [Obama] sobre la extrema derecha”.

“Yo siempre se lo he dicho a él mismo y a la señora Clinton: al menos [alcanzar] el nivel del relacionamiento que teníamos con su esposo, el ex presidente Bill Clinton”, manifestó Chávez.

También hizo referencia a eventuales procesos de “desestabilización” y aseguró: “El Estado, el gobierno y el pueblo estamos en condiciones de enfrentar y neutralizar cualquier intento de conducir a Venezuela de nuevo por el camino de la violencia”.