El gobierno israelí advirtió ayer al movimiento palestino Hamas que pagará un precio “alto y doloroso” si se siguen lanzando cohetes desde la franja de Gaza. Durante el fin de semana crecieron las tensiones entre ambas partes, que desde hace varios días cruzan ataques. En esos enfrentamientos murieron seis palestinos -cuatro civiles y dos milicianos- y sufrieron heridas unas 20 personas en la franja y cinco en Israel.

Desde el territorio controlado por Hamas no hubo retroceso y se advirtió que los grupos de resistencia “están siempre dispuestos para responder a los ataques de Israel y tienen preparadas sorpresas” por si la violencia continúa. El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, dijo que el Ejército evalúa cómo dar respuestas “más duras” a Hamas y que atacará “con creciente intensidad”.

En las últimas semanas aumentó la tensión en la frontera y analistas consultados por la prensa israelí y extranjera indicaron que la cercanía de las elecciones podría empeorar la situación. Recordaron que la operación Plomo Fundido (2008-2009) se lanzó meses antes de las anteriores elecciones israelíes.

“El mundo debe entender que Israel no se quedará de brazos cruzados”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu, en referencia a los ataques que llegan desde la franja, aunque también podría referirse a la situación desatada con Siria. El Ejército israelí lanzó ayer por primera vez desde 1973 un misil hacia territorio sirio como una advertencia, después de que disparos de artillería de los soldados sirios cayeran en los Altos del Golán, territorio que Israel ocupó en 1967. Aparentemente los disparos desde Siria se enmarcaron en la guerra civil que atraviesa ese país y salieron del país por error.

Israel es un férreo opositor del gobierno de Bashar al Assad, un aliado de Irán. Sin embargo, a diferencia de otros países, mantiene un perfil bajo en el enfrentamiento entre el gobierno y la oposición siria, que sigue intentando recuperar legitimidad internacional y representatividad en su propio país. Ayer nació la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria, que será liderada por el clérigo Ahmed Muaz el Jatib e integrada, entre otros, por el Consejo Nacional Sirio, que reconoció que grandes grupos opositores estarán ausentes.