Ocho palestinos murieron ayer en la Franja de Gaza, entre ellos tres civiles y un niño de siete años, y otras 50 personas sufrieron heridas, según el vocero del Ministerio de Sanidad de Hamas en la franja, Ashraf al-Qedra. Ésas fueron algunas de las consecuencias de la ofensiva militar israelí que comenzó ayer en Gaza, con la muerte del jefe del brazo armado de Hamas, Ahmed Yabari, en un ataque aéreo dirigido en su contra. “Israel pagará el precio de la forma más cara que haya conocido”, amenazó el vocero de Hamas, Mushir Almsri, informó el portal de la comunidad judía en argentina Iton Gadol.

Las fuerzas armadas israelíes lanzaron unos 25 ataques aéreos en la franja contra grupos armados -y el movimiento Hamas en particular-, según fuentes palestinas citadas por la agencia de noticias Efe.

La embajada de Israel en Uruguay manifestó ayer en un comunicado que los ciudadanos de ese país “se encuentran bajo la amenaza de ataques con misiles y cohetes desde la Franja de Gaza”. Agregó que desde la noche del sábado fueron lanzados más de 120 cohetes contra su territorio y que los ataques volvieron “insoportable” la vida de los habitantes de las zonas fronterizas con Gaza. “Israel, como cualquier país en el mundo, está actuando en defensa propia y cumpliendo con el deber que tiene de proteger a sus ciudadanos contra ataques terroristas”, señaló. “Los objetivos de la operación militar israelí son todos militares. Israel hace muchos esfuerzos para no dañar a la población civil de Gaza y lamenta cualquier daño contra civiles”, agrega el comunicado.

Ayer el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, dijo que la operación Pilar Ofensivo pretende disuadir a los atacantes de Gaza.

Ante el incremento de la violencia, el presidente egipcio, Mohamed Mursi, que llegó al cargo impulsado por los Hermanos Musulmanes, llamó a consultas a su embajador en Israel, convocó al representante israelí en El Cairo, y calificó de “brutal agresión” los bombardeos contra Gaza. La Liga Árabe convocó para el sábado una reunión urgente en respuesta a un llamado de Mursi, que también solicitó que sesione el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para tratar este tema. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, justificó la ofensiva: “Hamas y las organizaciones terroristas han elegido en los últimos días intensificar sus ataques [...] No estamos dispuestos a hacer la paz en una situación en la que los ciudadanos de Israel se encuentran amenazados por el terror del fuego de los cohetes”.

Según informó la agencia de noticias AFP, el gobierno israelí autorizó anoche al Ejército a llamar a reservistas para reforzar sus filas.