“Para lograr un México en paz” Peña Nieto propuso “una auténtica política de estados” basada en seis ejes, que implican la división del país en cinco regiones y la creación de una Gendarmería Nacional con un plantel inicial de 10.000 miembros.
La estrategia parte de una planeación que asigna responsabilidades y plazos para cumplir sus metas a cada uno de los organismos públicos vinculados a la seguridad: desde las alcaldías hasta el Ministerio de Justicia. También se aplicarán medidas que serán parte de un “programa transversal de prevención”, que contemplará el combate a las adicciones, el rescate de los espacios públicos y la ampliación de los horarios de las escuelas de tiempo completo, entre otros. Este programa contará el año próximo con un presupuesto de casi 900.000 dólares, y que se sumará a la creación de un fondo para la prevención del delito de casi 200.000 dólares que serán destinados a promover iniciativas sociales y a fomentar la responsabilidad y la solidaridad en la ciudadanía. “Atenderemos las causas del fenómeno delictivo y no sólo los efectos”, prometió Peña Nieto.
Un tercer eje de la política de seguridad es la puesta en marcha de un Programa Nacional de Derechos Humanos que coordinará y fortalecerá los distintos organismos del Estado referidos a esta materia. También se refiere a la coordinación el cuarto punto: “El gobierno fortalecerá y asegurará la colaboración entre sus propias instituciones, así como con las autoridades de los estados, del Distrito Federal y de los municipios”, indica la propuesta del presidente, que pidió a los representantes de los distintos niveles de gobierno que trabajen al “unísono” y en estrecha colaboración.
Otro de los ejes es la evaluación, constante y transparente, “para retroalimentar y en su caso, ajustar esta política de Estado”, señala el texto difundido por el gobierno y citado por los medios mexicanos.
El plan incluye la reestructuración total de las Policías estatales y federales, y hasta que este proceso no concluya (no se específico ningún plazo) se mantendrá a los militares desplegados en las calles, en el marco de la guerra contra la violencia declarada por el anterior presidente, Felipe Calderón.
También se prevén reformas en el área de la Justicia, y las primeras fueron comunicadas ayer al anunciarse que será fortalecida la Procuraduría General de la República.
El plan fue presentado ante los gobernadores de todos los estados, la mayoría de ellos del PRI, en el que permanece Peña Nieto. En general hubo aprobación de la iniciativa y de la propuesta de dividir el país en cinco regiones para facilitar la coordinación entre los estados.
Tras el anuncio, algunos miembros del anterior gobierno salieron a defender la política de seguridad de Calderón y hubo algunas críticas, como que se mantiene a los militares en las calles y que las iniciativas contra la corrupción no estén incluidas en el proyecto. En este sentido, ni bien comenzó su gobierno, Peña Nieto impulsó la creación de una Comisión Nacional Anti Corrupción, propuesta que se debate en el Parlamento.
Entre las críticas al proyecto se señaló que no contempla la atención a los familiares de las víctimas ni “la impunidad”. Según cifras oficiales sólo el 1% de los delitos son penados por la Justicia.
En este sentido, Peña Nieto adelantó que habrá cambios en el sistema judicial, y analistas de varios medios consideraron también que, al menos por ahora, el equipo de gobierno muestra una unidad que permite prever una estrategia realmente coordinada que pueda arribar a buen puerto.