"Aumentaron un 100% sus dietas senadores y diputados", era uno de los títulos de ayer del diario argentino La Nación. En la nota se señalaba que con este aumento los legisladores "esquivaron" la intención de la presidenta Cristina Fernández de bajar los costos del Estado. Según el matutino, diputados y senadores quedaron "asombrados" cuando vieron en sus recibos de sueldo "un aumento de 100%”.

El incremento aprobado en diciembre fue de entre 20% y 32%, pero vino asociado con otros cambios en los haberes y descuentos de los legisladores, que cobraban entre 15.000 y 17.000 pesos argentinos nominales, y pasaron a cobrar entre 30.000 y 35.000.

Pero el "asombro" de los legisladores es a su vez asombroso, ya que el aumento de sueldos fue acordado el 30 de diciembre por casi todos los partidos con representación parlamentaria. "En consonancia con las inquietudes planteadas por todos los bloques representativos, se decidió adecuar la pirámide remunerativa" de los legisladores, indicó el comunicado en ese entonces. En diciembre, los presidentes partidarios discutieron el aumento con sus correligionarios, especialmente los legisladores. Parece no haberse enterado de esas reuniones el diputado Juan Pedro Tunessi, de la Unión Cívica Radical, quien si bien reconoció que el aumento era necesario, señaló: "Es una decisión que tomaron los presidentes de las cámaras, a mí no me preguntaron".

No canten victoria

El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, insinuó ayer que el pasaje del subte metropolitano del presupuesto nacional al de la ciudad podría quedar sin efecto "si no existe buena fe ni vocación de trabajar en equipo" por parte del gobierno nacional.

Señaló que la orden del gobierno de que la Policía Federal deje de custodiar las estaciones de subte es una señal de falta de buena voluntad y advirtió que los 90 días que comenzaron en enero son un período de prueba para ver si se concreta el cambio.

El secretario de Transporte argentino, Juan Pablo Schiavi, aseguró: "Estamos azorados por la falta de seriedad y coherencia del gobierno de la ciudad" y calificó a Macri de "gobernante que no acepta su responsabilidad".

Antecedentes y contexto

En los años 90, los aumentos salariales para los congresistas argentinos beneficiaban también al resto de los trabajadores del Poder Legislativo -desde secretarios hasta porteros-, que podían cobrar como máximo el 80% de lo que ganaban los parlamentarios. Desde la crisis de 2001 se invirtió la ecuación: los senadores y diputados pasaron a recibir aumentos cuando subían los salarios de los demás, manteniéndose la distancia de 20 puntos porcentuales. En lo que va del siglo, éste es el primer aumento que se adjudican directamente.

Pero probablemente no será el único que habrá en el año que comienza, alertó el diario argentino Clarín. Los funcionarios del Poder Legislativo están en reuniones tripartitas para conseguir un aumento a partir de mayo, que tendría repercusiones en los bolsillos de los legisladores.

Las nuevas remuneraciones equivalen a sumas entre 120 y 140 mil pesos uruguayos, contando todos los ingresos, y ubican a los legisladores argentinos en un nivel que aún está por debajo del de sus pares en nuestro país, que ganan 148.063 pesos nominales entre sueldo y gastos de representación, sin contar otras partidas. Unos y otros están lejos de los parlamentarios federales brasileños, que cobran 26.700 reales de salario nominal (unos 267.000 pesos uruguayos) la remuneración a legisladores más alta de América del Sur.

Un senador y una diputada de Argentina dieron a conocer sus recibos a la organización civil Fundación Directorio Legislativo, que instó a los parlamentarios a que aclaren en detalle los diversos componentes del aumento de sus ingresos.

Jocosamente, el titular del sindicato de empleados judiciales, Julio Piumato, preguntó en Twitter si el aumento a los legisladores debe ser tomado en cuenta como una “referencia” en las negociaciones salariales que se realizan en varios sectores.

La mayoría de los legisladores salieron públicamente a respaldar el aumento, cada uno con sus argumentos: “Resultaba ridículo que un empleado administrativo de la cámara cobrara más que un representante del pueblo”, manifestó Federico Pinedo, jefe del bloque de Propuesta Republicana.