"42 states to go" (faltan 42 estados), decía la pantalla en el centro de campaña de Newt Gingrich ayer. El ex presidente de la Cámara de Representantes ha reiterado que no se retirará de la competencia como otros líderes republicanos que perdieron antes el rótulo de favoritos.

Las elecciones internas para elegir al candidato republicano que enfrentará el 6 de noviembre al presidente estadounidense, Barack Obama, comenzaron oficialmente el 3 de enero, pero mucho antes se habían anunciado "favoritos". Sin embargo, en octubre de 2011 ya había salido del mapa la primera señalada, Michele Bachmann, y los sondeos anunciaban que la pelea sería entre Rick Perry, gobernador de Texas, el ejecutivo Herman Cain y Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts. Romney era el único de esos tres que se mantenía en enero, cuando empezó en Iowa la secuencia de elecciones primarias en estados, con un empate entre él y Rick Santorum, ex senador por Pennsylvania y comentarista de Fox News, aunque en primera instancia se había anunciado una ajustada victoria del segundo. Romney venció en la segunda contienda, en New Hampshire.

Cuando Romney ya se asentaba como favorito llegó una sorprendente victoria de Gingrich que volteó las previsiones. Fue en Carolina del Sur, y Romney quedó en segundo lugar hasta que ganó en Florida y después en Nevada.

Pero sufrió un duro revés el martes, cuando se realizaron primarias en Colorado, Minnesota y Missouri. En ellas, Santorum, quien había quedado relegado al tercer lugar, triunfó con 40%, 45% y 52% de los votos, respectivamente.

La seguidilla de golpes fue creciendo en intensidad. Romney quedó segundo en Colorado, a sólo seis puntos porcentuales de Santorum; segundo en Missouri pero a 30 puntos; y tercero en Minessota, donde lo aventajó el legislador texano Ron Paul, que viene muy atrás en la competencia general.

La permanencia en la campaña de Santorum venía siendo puesta en duda por analistas, que lo veían ya con poca chance. Lo mismo se afirmaba ayer de Gingrich, que no volvió a ganar desde las primarias de Carolina del Sur.

Cómo funciona

En cada elección primaria de un estado los precandidatos suman delegados que los respaldarán en la Convención Nacional del Partido Republicano, a realizarse en agosto.

Cada estado determina la modalidad de las elecciones primarias republicanas. Por ejemplo, en las de Iowa, Nevada, Colorado y Minnesota (y también en las que se están llevando a cabo en Maine y terminarán este sábado), el mecanismo es la realización de caucus, asambleas donde los simpatizantes del partido se reúnen, debaten y eligen a sus delegados a la Convención Nacional, quienes después votan para definir al precandidato. Éste obtiene un número de delegados proporcional a los votos que logró.

En otros estados se realizan elecciones primarias directas con voto secreto. Algunas de ellas son abiertas, y puede votar cualquier ciudadano, esté o no afiliado al partido, e incluso estando afiliado al Partido Demócrata, como en el caso de Carolina del Sur. Otras, como las de Florida, son cerradas y sólo pueden votar los miembros registrados del partido.

En la actualidad, Romney ya cuenta con 115 delegados a la Convención Nacional, Gingrich con 38, Santorum con 34 y Paul con 20. Se requiere el apoyo de 1.144 para lograr la postulación a la presidencia en agosto.