“Porque la familia es lo primero”, dijo ayer Rick Santorum tras anunciar que dejaba de competir por la candidatura del Partido Republicano para enfrentar al presidente estadounidense, Barack Obama, que buscará la reelección el 6 de noviembre.

Santorum dijo que participar en las primarias fue una decisión familiar y que también lo era la de abandonar esa contienda. “He decidido con mi familia que lo más importante es ser el mejor padre posible”, dijo tras referirse a la internación, el fin de semana, de la menor de sus hijas, Bella, de tres años. La séptima hija del político conservador nació con trisomía 18, una grave condición genética que interfiere con su desarrollo y que en el 90% de los casos causa la muerte en el primer año de vida. La niña fue dada de alta ayer, horas antes de que su padre hiciera el anuncio.

El dirigente contaba con 264 delegados de los 1.144 necesarios en la Convención Nacional del Partido Republicano para conseguir la candidatura a la presidencia y se encontraba muy por detrás de Mitt Romney, quien suma 648 delegados y es desde hace semanas considerado el gran favorito en las primarias.

Todavía quedan otros dos candidatos en carrera para competir con Romney, pero tienen escasísismas posibilidades de ganarle. Uno de ellos es Newt Gingrich, que cuenta con 137 delegados a la convención, y el otro Ron Paul, que tiene 71, según datos publicados por CNN. Ayer Gingrich reafirmó que sigue en campaña aunque reconoció que Romney “es por lejos el que más posibilidades tiene”.

Una vez conocida la noticia de la retirada de Santorum, Romney dijo que fue un competidor “capaz y digno” y lo felicitó por la campaña que había desarrollado.

Ya el lunes el equipo de Santorum había indicado que por la internación de Bella se suspendían los actos públicos del ex senador previstos para ese día. En esos actos el precandidato tenía previsto hacer campaña para las primarias de Pennsylvania, estado que representó durante 12 años en el Senado y en el cual pensaba comenzar una seguidilla de victorias. Sin embargo, la ventaja de hasta 20 puntos porcentuales que lograba en los sondeos semanas atrás se redujo a cinco, mientras Romney obtenía cada vez mejores resultados, aun entre los votantes evangélicos, pese a que es mormón.

De hecho, el fin de semana el líder evangelista Richard Land, de la Convención Bautista del Sur del Partido Republicano -una organización regional con peso político-, abogó por dejar el camino libre a Romney. En entrevista con el canal CBS sentenció: “Rick es un buen amigo, lo quiero mucho, pero como amigo le diría que debe considerar seriamente abandonar la carrera”.

Si bien Romney es señalado como el mejor de los precandidatos republicanos para enfrentar a Obama, en los sondeos el mandatario tiene una intención de voto de 51% y lo supera por siete puntos porcentuales.