“Siria tiene un plan de retirada ya en vigor y que está siendo aplicado”, sostuvo en un comunicado emitido ayer el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio. El comunicado indica que para completar el plan de retirada en marcha en el país se requiere que los grupos armados opositores aporten “garantías escritas” de que detendrán sus ataques.

Mientras tanto, las fuerzas opositoras dijeron que las fuerzas de seguridad de Al Assad están lejos de retirarse. Denunciaron que sólo el sábado murieron más de 100 personas y que un bombardeo en una zona insurgente -cercana a la frontera con Turquía- dejó ayer decenas de muertos y heridos.

El gobierno de Al Assad tenía plazo hasta el martes para retirar de las calles a las fuerzas que ha desplegado contra la oposición, como parte del acuerdo de seis puntos que el oficialismo y los grupos armados rebeldes alcanzaron la semana pasada, con el aval de la ONU y la Liga Árabe.

Dos días después de esa retirada comenzaría una tregua monitoreada por la ONU, durante la cual se iniciaría un “proceso político que incluya las aspiraciones y preocupaciones del pueblo sirio”.

Los pasos convenidos también incluían la liberación de quienes habían sido detenidos en forma arbitraria por el gobierno y la libertad para el trabajo de los periodistas en todo el país.

Pero las autoridades de Siria no exigen garantías sólo a los rebeldes, sino que también piden que “los gobiernos de Qatar, Arabia Saudita y Turquía” aseguren que detendrán “la financiación y el armamento de los grupos terroristas” que actúan en el país, según manifiesta la cancillería en su comunicado.

El texto fue citado por la agencia estatal siria Sana, y señala que el enviado de la ONU y de la Liga Árabe malinterpretó al gobierno sirio al anunciar que retiraría las tropas el martes, “sobre todo porque Annan no ha dado hasta el momento garantías” referidas a la retirada de la oposición armada y el cese de la supuesta colaboración de países de la región con esos grupos rebeldes.

Todos los puntos del acuerdo peligran ahora. Frente a las nuevas condiciones del gobierno hubo reacciones variadas y hasta opuestas desde el Ejército Libre Sirio, formado en su mayoría por desertores. Uno de sus portavoces, Malek Kurdi, aseguró a la agencia de noticias Efe que si Al Assad quiere comprometerse con el acuerdo, debe ser su gobierno el que presente garantías antes de exigirlas a la oposición.

Señaló además que los grupos rebeldes dejarán las armas sólo después de que Al Assad presente un aval de la comunidad internacional de que cumplió con su parte de cesar las hostilidades.

Pero otro de los portavoces del Ejército Libre Sirio, Qassem Saed, manifestó a la agencia de noticias Reuters que esa organización armada opositora mantiene su compromiso con el plan de Annan, y que incluso dejará las armas en el plazo establecido.

Sin embargo, en esas declaraciones Saed aclaró: “Si el Ejército dispara, nosotros tomaremos las armas de nuevo”.