El fin de semana, con la confirmación de que habría nuevas elecciones en Grecia, comenzaron a reaparecer las encuestas en los medios de comunicación, que coinciden en augurar una dura lucha entre la Coalición de Izquierda Radical (Syriza, por sus iniciales en griego) y la conservadora Nueva Democracia (ND).

Algunas dan a Syriza como vencedora, con 21% o 25% de la intención de voto, pero otras señalan que habrá una victoria de ND, con entre 23% y 24% de respaldo. Hay algo que también reflejan los sondeos y es, justamente, que continuará habiendo una gran fragmentación del Parlamento y que la bancada que obtendrá cada agrupación no será precisa hasta que se cuente el último voto.

Sí habrá un reforzamiento de los tres partidos más votados el 6 de mayo, pese a que ninguno logró formar un nuevo gobierno. La mayoría de las encuestas señaló un aumento de entre dos y tres puntos porcentuales en la votación de ND, pero el más notorio es el de Syriza, que de lograr 15,3% ahora, alcanzaría 21% o hasta 28% del electorado.

Por su parte, ND ya sumó un nuevo aliado. Se trata de Griegos Independientes, una formación liderada por el ultraderechista Panos Kamnenos que se había escindido de ND por estar en desacuerdo con los recortes y el gobierno de unidad que hasta ahora rigió en Grecia.

En todo caso, un mínimo avance de cualquiera de los dos partidos permitirá que accedan a más bancas y puedan renegociarse los intentos de armar un gobierno, muy probablemente con el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), que fue el más castigado en mayo y volvería a serlo el 17 de junio. El que bajaría entre uno y dos puntos porcentuales su intención de voto es el partido neonazi Aurora Dorada.

Como favorito

El líder de Syriza, Alexis Tsipras, comenzó ayer una gira por la Unión Europea para entrevistarse con los referentes de izquierda y realizar conferencias de prensa. Días atrás había manifestado que quiere mantener negociaciones para que Grecia permanezca en el euro.

El líder de izquierda, que ha seducido principalmente al electorado juivenil, también en este punto refleja la opinión de la mayoría: la semana pasada un sondeo indicó que 54% de la población quiere mantenerse en el euro si la UE disminuye sus reclamos, 34% dijo estar dispuesto a permanecer “a cualquier precio” y 7% exigió el “retorno inmediato al dracma”.

En este contexto, la canciller alemana llamó al presidente griego, Karolos Papulias, y le sugirió que en las elecciones también se vote un referéndum sobre la permanencia del país en el euro, lo que fue calificado como una intervención sin precedentes para el país helénico.

Ni lento ni perezoso, Tsipras advirtió ayer a Merkel que no le corresponde hacer una propuesta de este tipo: “Grecia es un país soberano. Merkel no es quien tiene que decidir si vamos o no hacia un referéndum”, aseguró desde París, donde se reunió con el líder del Frente de Izquierda local, Jean-Luc Mélenchon.