La posibilidad de un acuerdo parlamentario para formar un nuevo gobierno en Grecia se basaba ayer en que varias fuerzas rechazaran el plan de rescate dispuesto por la Unión Europea (UE) para el país. El líder de la Coalición de Izquierda Radical, Alexis Tsipras, reiteró ayer que 66% de votos de partidos distintos a los dos mayores, Nueva Democracia y Pasok, es una clara demostración de que los griegos rechazan las políticas de austeridad impulsadas hasta ahora por un gobierno de unidad integrado por esas dos fuerzas políticas,usualmente rivales.

A un Parlamento demasiado fraccionado -con siete partidos- se suman las voces de alerta de la UE, que llegan por lo bajo, y ayer sonaba cada vez más fuerte la posibilidad de que no quedara otro camino que la convocatoria a nuevas elecciones.

Acerca de esa situación alertó Antonis Samarás, el líder de Nueva Democracia, que fue el partido más votado pero no encontró los apoyos para formar gobierno. El dirigente de derecha dijo que Tsipras, a quien le fue encargada ahora la tarea de reunir los respaldos necesarios para asumir el gobierno, le había pedido que firmara un acuerdo que, en su opinión, significaría “la destrucción de Grecia” y sacaría al país de la zona euro. Según Samarás, el líder de la Coalición de Izquierda Radical está proponiendo un acuerdo que renuncia al rescate económico y amenaza con la nacionalización de bancos.

Una de las posibilidades que aún quedan es que el Pasok acepte respaldar a la Coalición para que forme gobierno, y que Nueva Democracia acepte abstenerse en la votación, para permitirles tener una mayoría simple de apoyos.