Los extremos fueron los que salieron favorecidos en las votaciones griegas de ayer. Así como dos formaciones de ultraderecha, que no existían en las elecciones de 2009, alcanzaron 17% de los votos, la Coalición de Izquierda Radical (Syriza por sus iniciales en griego) creció del 4,6% de las elecciones pasadas hasta 15,3%, y se convirtió en la segunda fuerza del país, según los datos oficiales emitidos con 32% de los votos escrutados.
La caída de los dos grandes partidos griegos era previsible pero aun así sorprendió el contundente golpe que los votantes dieron al Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) que gobernaba en solitario antes de que la crisis económica lo llevara a acceder a la formación de un gobierno de rescate, a comienzos de año.
El Pasok retuvo sólo un tercio de 43,9% de los votos que obtuvo en 2009. En ese entonces se celebró que el socialismo volviera al poder tras seis años de gobiernos conservadores. Ahora, el 14,6% de apoyo que recibió parece señalar la puerta de salida, en especial en comparación con el 21% que obtuvo el conservador Nueva Democracia, que vuelve a ser el más votado. En 2009 Nueva Democracia y Pasok sumaban 77,4% de los votos; ayer reunieron solamente el 35,5%.
Pese a haber ganado las elecciones, con 112 diputados (50 le corresponden por ser el partido más votado) en un Parlamento de 300, Nueva Democracia no puede gobernar en solitario. El líder conservador, Antonis Samarás, llamó ayer a formar “un gobierno de salvación nacional”, que incluya a todos los partidos que respalden el acuerdo realizado con Europa para rescatar a Grecia de la crisis.
Una sugerencia similar había hecho, horas antes, el líder del Pasok, Evángelos Venizelos: “De las elecciones no ha salido un claro vencedor y es necesario un gobierno de unidad nacional”.
Una alianza entre el Pasok y Nueva Democracia -similar a la del gobierno de unidad actual- sumaría más de 150 diputados, mayoría necesaria para mantener a un gobierno. Daría a Europa la tranquilidad de que el gobierno griego seguiría aceptando sus recortes y acallaría los temores de que un Parlamento muy fraccionado amenazara los ajustes que el bloque impone a Grecia.
Sin una alianza entre los principales partidos no hay certezas todavía sobre qué gobierno podría formarse y qué dirección tomaría, en especial respecto a Europa, e incluso ayer los líderes partidarios tuvieron que salir públicamente a rechazar la posibilidad de que las elecciones se repitan para que haya un claro vencedor.
La falta de una mayoría parlamentaria clara deja al eventual gobierno más débil ante una oposición que integran, entre otros, los Griegos Independientes y el Amanecer Dorado. La primera es una nueva formación que nació cuando el diputado de ultraderecha Panos Kamnenos se escindió de Nueva Democracia por estar en desacuerdo con los recortes y con el gobierno de unidad. Ayer los Griegos Independientes lograron 10,2% de los votos y el cuarto puesto. Por su parte, con 6,8% de apoyo en las urnas, serán casi 20 diputados los que tendrá Aurora Dorada, liderada por Nikos Mijaloliakos, un ex militar que ha calificado a Hitler como “el gran hombre del siglo XX”, y cuyos seguidores se han vanagloriado de agredir a inmigrantes y gays en distintos puntos de Atenas.