El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, anunció el envío de una delegación a Paraguay y a otros países de la región para “recabar información sobre los recientes acontecimientos” que incluyeron la destitución del presidente Fernando Lugo. El recorrido buscará recoger la opinión de los países vecinos. Los representantes de los 35 países que integran la OEA debatieron durante cuatro horas sin lograr una postura común sobre Paraguay.

La decisión de enviar una delegación se encuentra entre las atribuciones de Insulza, quien dijo tener “autoridad para viajar a todos los países que le parezca” en su calidad de secretario general. El objetivo del viaje es recabar nuevos elementos para considerar en otra sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la organización que se prevé para mediados de la semana próxima.

Algunos países, como Brasil y Uruguay, argumentaron a favor de esperar a que la Unasur defina su postura, en la cumbre extraordinaria prevista para el viernes en Mendoza, y a que lo haga también la cumbre del Mercosur que se desarrolla en esa misma ciudad desde el lunes hasta el viernes.

Insulza dijo a la prensa, después de la reunión extraordinaria del Consejo de la OEA, que todavía no decidió si viajará él mismo, en una visita que será “probablemente este fin de semana”. La semana siguiente, el 4 y 5 de julio, los países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) buscarán acordar también su postura sobre lo ocurrido en Asunción.

El secretario general de la OEA dijo que piensa reunirse con Lugo y con parlamentarios para “tratar de tener una evaluación de lo que pasó”.

El envío de la misión fue propuesto por el representante de Honduras, presidente del Consejo Permanente, Leónidas Rosa Bautista, y logró el apoyo de 25 delegaciones.

Los embajadores de Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Venezuela hubieran preferido convocar de inmediato una Asamblea General extraordinaria. Desde Venezuela se argumentó que una vez que los hechos “se han consumado” no es útil enviar una delegación y que de todas maneras los cancilleres de la Unasur sí fueron a Asunción antes de que Lugo fuera destituido.

Pero Insulza recordó que la convocatoria de una Asamblea General podría decidir la suspensión de Paraguay de la organización, como fue el caso de Honduras en 2009, tras el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya. Además, esto no se puede hacer sin que vaya antes una delegación al país y sin que el Consejo Permanente presente un informe, agregó.

Si bien no hubo consenso, la mayoría de los representantes coincidió en que no se respetó el “debido proceso” en el juicio político contra Lugo. “Ésta es una situación bastante nueva, que no afecta el respeto de la ley, en la que las normas han sido aplicadas en una manera en que algunos estados miembros consideran que produce perjuicio a la democracia”, opinó Insulza al inicio de la cumbre. Más temprano, el funcionario había dicho a la radio Cooperativa de Chile que la OEA no puede intervenir de forma unilateral, porque sólo puede hacer gestiones “para acercar las partes” en conflicto y “actúa cuando le piden que actúe”. Añadió: “Podríamos haber actuado en el caso de Paraguay si el presidente Lugo hubiera recurrido [...] a la Carta Democrática Interamericana” antes de ser destituido.

Por su parte, el representante de Paraguay, Bernardino Hugo, dijo que el gobierno de Federico Franco le pidió que siguiera representando al país y que lo hizo porque está convencido de que “se cumplieron [...] las normas constitucionales” y pidió a los estados miembros del organismo evitar cualquier “injerencia” en los asuntos internos paraguayos. Venezuela señaló luego al representante paraguayo la buena disposición de los presentes al permitirle participar en el encuentro a pesar de que la mayoría no reconoce a su gobierno.