Centenares de personas protestaban ayer frente al edificio de la TV Pública, que se ha convertido en una insignia de la oposición a la destitución de Lugo, concretada el viernes en un juicio político en el que contó con sólo dos horas para preparar su defensa y en el que fue declarado culpable de “mal desempeño en sus funciones” presidenciales.
La rapidez del juicio político - pasaron menos de 48 horas entre su aprobación en Diputados y su conclusión en el Senado- motivó que se denunciara que existió un “golpe express institucional”. La Constitución paraguaya no establece los tiempos para un juicio político, sino que éstos fueron aprobados por los mismos parlamentarios que respaldaron el mecanismo de destitución. Se cuestionó también que se sabía que el juicio político terminaría en condena antes de que se procesara. Incluso el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, José Miguel Insulza, señaló que el juicio no parece haber cumplido con el derecho a la legítima defensa de Lugo, aunque estuvo “formalmente apegado a la ley”.
El giro político en Paraguay se dio después que se terminara de romper la alianza de gobierno que respaldó a Lugo hasta su victoria en las urnas en 2008, conformada por un partido tradicional, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), de centroderecha, y varios partidos y organizaciones sociales de centro y de izquierda. En el PLRA existía una división entre quienes seguían apoyando a Lugo y quienes eran claramente opositores desde que asumió el gobierno, entre los cuales se contaba el vicepresidente Federico Franco, que el viernes reemplazó al mandatario en su cargo.
El desalojo de una ocupación de tierras en Curuguaty, que terminó con 11 trabajadores sin tierra y ocho policías muertos, desembocó en una crisis política que causó que los liberales terminaran de posicionarse en contra de Lugo y respaldaran la propuesta de juicio político presentada por el Partido Colorado, que gobernó Paraguay durante 61 años.
En el medio
Desde la tarde del viernes, el papel de la TV Pública, que empezó a transmitir en agosto, creció como amplificador de las voces opuestas a la destitución de Lugo. El mismo viernes el equipo de transmisión se despidió de las cámaras tras manifestar su desacuerdo con la destitución del presidente y comenzó una transmisión continua de las protestas que comenzaron frente al Congreso y que fueron reprimidas por la Policía con gases lacrimógenos y carros lanza agua. Cristian Vázquez, el asesor de comunicación del ahora presidente Franco, irrumpió ese mismo día en el canal exigiendo la grilla de programación y el levantamiento de la transmisión, informó el diario paraguayo Última Hora.
Como respuesta a lo que se interpretó como un intento de censura, renunció el director de TV Pública, Marcelo Martenissi. Al día siguiente, en Radio Nacional del Paraguay varios periodistas denunciaron al aire la censura de algunos espacios y la clausura del programa “Ape ha Pepe” (en guaraní “Aquí y ahora”). A su conductora, Joana González, le dijeron que su espacio no sería transmitido hasta que se “normalizara” la situación del país.
Para defender la libertad de expresión se realizó ayer frente a los estudios de TV Pública el Festival por la Democracia, transmitido en forma continua por el medio estatal. Al menos hasta que un apagón interrumpió esa transmisión durante media hora. Según directivos de la Administración Nacional de Electricidad, el corte eléctrico en la zona del edificio de la TV Pública estaba programado desde hacía semanas, aunque no fue notificado.
Poco público
Tanto el renunciante Martinessi como otros dirigentes sociales y políticos denunciaron que el apagón formó parte de un intento de la derecha de acallar las protestas contra la destitución de Lugo, que calificaron de golpe de Estado. Ayer también señalaban que los medios privados y los grandes diarios no informaban acerca de las manifestaciones.
En la organización de la protesta cultural y pacífica, que duró todo el día, se encontraban el luguista Frente Guasú, de izquierda, y otros movimientos políticos y sociales, que conformaron ahora un Frente por la Defensa de la Democracia. Este movimiento señaló en un comunicado que “rechaza y condena al gobierno golpista de Federico Franco” y convocó “a todo el pueblo paraguayo a defender el proceso democrático y la institucionalidad de la República con una movilización permanente”, en un comunicado donde subraya: “¡Fernando Lugo es el único presidente constitucional de la República del Paraguay!”.
A ese acto se unió el propio Lugo. “Me sumo a esta protesta no porque se trata de Lugo, aquí no han destituido a Lugo, aquí han destituido la democracia, la participación y la voluntad popular”, subrayó. “Este camino democrático no tiene retorno”, agregó, antes de señalar que fue víctima de un “golpe de Estado parlamentario”.
Más tarde, Lugo anunció por intermedio de Augusto dos Santos, quien fuera su ministro de Comunicaciones, que hoy se reunirá un “gabinete por la restauración democrática” luego del cual habrá una conferencia de prensa. Persistían ayer las dudas sobre quiénes asistirían a la reunión, convocada dos horas antes de que Franco tome juramento a los nuevos ministros del Ejecutivo, del cual se conocían ayer sólo algunos nombres, todos ellos de políticos liberales.
Con rechazo
En la tarde de ayer el Mercosur suspendió la asistencia de Paraguay a la Cumbre de Presidentes que se realizará este viernes en Mendoza, y a la cual sí irá Lugo. Además, el organismo regional condenó la “ruptura del orden democrático”, mientras distintos países del continente anunciaban que llamaron a consulta o retiraron a sus embajadores. Ningún país de la región reconoció todavía al gobierno de Franco, y Brasil incluso amenazó con expulsar a Paraguay del Mercosur y la Unasur tras interpretar el juicio político como un “golpe de Estado”, en palabras de la presidenta Dilma Rousseff. Esta posición fue criticada por los denominados “brasiguayos”, los grandes productores agrícolas brasileños que poseen extensos campos en Paraguay, cerca de la frontera con Brasil. Éstos dijeron al diario paraguayo ABC Color que pedirán a Itamaraty que respalde a Franco porque éste les ha dado señales positivas.
Durante el fin de semana, Argentina, Ecuador y Venezuela retiraron a sus embajadores en Asunción, y desde Caracas Hugo Chávez anunció que también dejará de abastecer con petróleo a Paraguay. Aun así, el presidente de Petróleos Paraguayos, Sergio Escobar, descartó la posibilidad de un desabastecimiento y dijo que existen contratos con otros proveedores, la brasileña Petrobras y la multinacional Trafigura.
Por su parte, llamaron a consultas a los embajadores en Asunción los gobiernos de Brasil, Chile, Colombia y Uruguay (ver página 3), y Ecuador anunció que se celebrará una cumbre de la Unasur el miércoles, en la cual se debatirá la situación en Paraguay y se tomará una postura al respecto.