Promesas

El presidente paraguayo, Federico Franco, anunció ayer las prioridades para los nueve meses que quedan de gestión gubernamental, luego de que en su calidad de comandante en jefe comunicara a los jefes castrenses varios cambios de mandos en las Fuerzas Armadas (FFAA). “Aquí todo sigue normalmente. Las FFAA tenemos nuestro rol constitucional, que es sujeto a las disposiciones de los poderes del Estado, donde nuestra misión principal es custodiar la integridad territorial de la República y defender las autoridades legítimamente constituidas”, había dicho a la diaria el coronel Luis González, director de Comunicaciones Sociales de las fuerzas militares, mientras se desarrollaba la reunión. Pasadas las 9.00, casi tres horas después del inicio, Franco se retiró de la sede de las FFAA fuertemente custodiado y sin ofrecer declaraciones a la prensa. Más tarde, el diario ABC Color informaba de la destitución de los comandantes del Ejército y la Armada, del Regimiento de Escolta Presidencial y del jefe de Gabinete Militar. González confirmó esta información a la diaria, y al ser consultado sobre si Franco dio otras órdenes a los nuevos comandantes, el jerarca se excusó: “Lo que le dije es lo único que puedo informarle”. Al mediodía, tras asistir a los festejos por el 184° aniversario de la ciudad de Itauguá, Franco acudió al Congreso para compartir un almuerzo con los parlamentarios. “Este poder del Estado siempre estuvo acompañando. Lastimosamente ocurrieron situaciones que, ojalá, nunca vuelvan a ocurrir en nuestro querido Paraguay”, dijo el presidente del Senado, Jorge Oviedo. En este contexto, Franco anunció sus principales líneas de acción para “demostrar la legitimidad, más que con palabras, con hechos”, y dijo que “hubo un cambio de guardia en el gobierno”, canalizado “mediante un mecanismo constitucional y legal”. Reivindicó el papel del Parlamento para su futuro desempeño: “Sin la cooperación de los señores senadores y diputados absolutamente todo será estéril”. Entre numerosas promesas a cumplirse antes de que termine el período de gobierno, que incluyó desde la conformación de un catastro hasta atención sanitaria "rápida, pronta y gratuita", incluyó el tema de la tierra. “Uno de los motivos de la muerte de compatriotas [en Curuguaty] ha sido la falta de tierras y la falta de tierras va a ser atendida responsablemente. Este mecanismo va a ser el diálogo, el consenso y la predisposición de parte del gobierno. [...] Hay indicaciones precisas de tomar inmediato contacto con todos los sectores campesinos y en particular con los compatriotas del departamento de Canindeyú, donde ocurrió la masacre”, dijo. También se comprometió a dejar “la casa ordenada” para que en el próximo período de gobierno se entregue “una computadora por niño” a los más de un millón que viven en Paraguay, para acortar “brechas entre ricos y pobres y que todos puedan recibir la misma educación y en el lugar más distante de la República”. No se permitió hacer preguntas luego de la conferencia, en la que también intervino el ministro de Hacienda, Manuel Ferreira, para anunciar, entre otras leyes, la aprobación de un impuesto a la renta personal. Mientras tanto, la vigilia por la “restauración democrática” continuaba frente a la sede de Televisión Pública. Varias personas sostenían carteles que exhibían a los transeúntes y vehículos que pasaban por la tarde por allí, donde momentáneamente se abrió paso al tránsito. “El Parlachorro no me representa”, decía el cartel que sostenía un hombre. Al lado una mujer alzaba otro: “La lucha de la democracia está en las calles: salí de tu casa”.

Fernando Lugo recibió a la diaria en la sede de País Solidario, uno de los sectores que integran el Frente Guasú (FG), coalición de partidos y movimientos sociales que impulsa su candidatura al Senado. La noticia de su probable postulación se conoció un día después de que el ex obispo anunciara que no acudirá a la Cumbre del Mercosur, que se celebra mañana en Mendoza y en la que fue suspendida la participación de Paraguay. En lugar del ex presidente acudirá quien fue su canciller, Jorge Lara Castro.

-Ha dicho que recorrerá el país explicando lo que realmente pasó. ¿Qué es lo que deben saber los paraguayos?

-Tienen que saber que esto no es una cuestión casual, fue programado hace tiempo. Fue la vez número 24 que han intentado hacerme un juicio político dentro del Parlamento. Desde 2009 los parlamentarios han intentado sacarme de la silla presidencial porque, como suelo decir, soy como sapo de otro agujero. No vengo de la militancia política partidaria ni tengo la práctica política clientelar que tienen los partidos tradicionales aquí en Paraguay. Fue una cuestión planificada; es algo que se viene conspirando desde hace mucho tiempo.

-Faltaban sólo nueve meses para terminar el mandato. ¿Por qué piensa que el juicio se concretó ahora?

-Estoy cansado y he pedido durante todo este tiempo racionalidad. Lo irracional acá raya hasta lo inimaginable. Pero hay cierta lógica, porque esto que hemos tenido… el poder desgasta. Estuvimos casi cuatro años manteniendo la misma popularidad entre la ciudadanía joven y la ciudadanía humilde, sencilla, pobre, entre quienes nuestros proyectos y programas sociales han tenido un respaldo y una aceptación importante. Eso molestaba y preocupaba al mismo tiempo porque hay comentarios y afirmaciones de que “si a éstos no les cortamos las alas, esto vuelve a repetirse en 2013 y no lo podemos permitir”. Ése es el pensamiento de los partidos tradicionales. Entonces tenían que cortar el proceso fuera como fuera.

-¿Quién cree que es el responsable de lo que sucedió en Curuguaty?

-Hemos pedido que se hiciera una investigación independiente, porque la Fiscalía da su versión, la Policía y los guerrilleros también. Sería interesante saber qué sucedió, por eso hemos promovido una investigación independiente, con notables, incluso con organismos internacionales. Hay muchas hipótesis. Lo que más se indica es que hubo francotiradores que comenzaron los disparos. Los campesinos no tiran a la cabeza, al cuello o al corazón, que fueron los tres blancos de los tiros que se han hecho en Curuguaty.

-Según la información recabada por la diaria, Inteligencia tenía un informe en el que advertía, antes de lo ocurrido el viernes 15, que en Curuguaty había personas armadas, pero esto no fue informado al entonces ministro del Interior, Carlos Filizolla. ¿Le consta?

-Posteriormente hemos sabido. Hemos manejado mucha información. Se han hecho desalojos y allanamientos en peores condiciones y creíamos en la utilización de un protocolo de Policía y Fiscalía de usar medios pacíficos para la salida de los campesinos. Sin embargo, los provocadores, los francotiradores, yo creo que han actuado violentamente y que son los que han provocado esta masacre.

-¿Cómo evalúa en este contexto político la alianza que hizo en 2008 con el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), de Federico Franco?

-La mía fue una alianza electoral, aprovechando el liderazgo de Fernando Lugo. Decían: si perdemos esta posibilidad, la perdemos todos, por siempre. Ellos nunca hubieran tenido la vicepresidencia si no iban con la dupla, por eso deciden en la Convención ir por la vicepresidencia. Es raro que un partido centenario, con líderes y un montón de gente afiliada, acepte la vicepresidencia.

-¿Era previsible que la alianza de gobierno y las diferencias con su vicepresidente terminaran así?

-Es una alianza que terminó con las elecciones. Pero hemos pedido, como alianza, la participación en el gobierno del PRLA como aliado estratégico, y el mayoritario que han tenido los partidos pequeños que finalmente han conformado el FG.

-¿Encabezará la lista al senado del FG?

-Es posible. Hay muchas reflexiones muy rápidas en este tiempo. Si hubiera terminado el período presidencial hubiera sido senador vitalicio y siéndolo no podría postularme más a un cargo electivo. Pero al truncarse eso recupero todos mis derechos ciudadanos y eso me habilita a candidatearme a senador activo, que es lo que se está procesando y hablando en este momento en el FG.

-Hay organizaciones civiles organizadas pero las manifestaciones contra el gobierno de Franco no son masivas. ¿Cree que tiene que ver con la falta de madurez de la izquierda en el movimiento social?

-La izquierda en Paraguay está, creo, en su mejor momento. Nunca estuvo como ahora. Siempre ha sido mínima y fraccionada, partidos pequeños aislados, sin coordinación. Hoy existe este gran esfuerzo y la madurez política está en su mejor momento. Las perspectivas de futuro son alentadoras para esta izquierda. Yo, sin ser de izquierda ni de derecha -provengo de la pastoral social, de la acción social-, hoy me inclino a esta opción política paraguaya que va a hacer cambios profundos mediante este proyecto.