La inmunidad presidencial de Nicolas Sarkozy terminó el 16 de junio, un mes después de que asumiera el actual mandatario socialista François Hollande. Esto permitió que ayer el juez a cargo del llamado caso Bettencourt -en referencia al apellido de la heredera de la empresa de cosméticos L’Oréal, Liliane- allanara la lujosa residencia de la esposa de Sarkozy, la ex modelo y cantante Carla Bruni, en la que vive la pareja. También fueron registrados por el juez y una decena de policías la sede de un estudio de abogados del que es accionista el ex presidente y el despacho que se le puso a su disposición por ser ex jefe de Estado.

La Justicia recibió testimonios según los cuales, durante la campaña electoral que lo llevó a la presidencia en 2007, Sarkozy obtuvo financiamiento ilegal por parte de Bettencourt.

La entonces contadora de la multimillonaria, Claire Thibout, dijo que el gestor de la fortuna de los Bettencourt, Patrice de Maistre, otro imputado en la causa, le entregó 150.000 euros (unos 188.000 dólares) al ex ministro de Sarkozy Eric Woerth, que entonces era tesorero de la campaña de su partido, la Unión por un Movimiento Popular.

Además, otros testimonios indicaron que cuando era candidato a presidente, Sarkozy visitó a los Bettencourt en persona para recibir dinero en efectivo.

En abril, cuando estaba en campaña para su reelección, Sarkozy dijo a Canal Plus que era posible que hubiera visitado la casa de los Bettencourt porque entre 1983 y 2002 fue alcalde de la ciudad de Neuilly, donde está la mansión de esa familia. Además destacó que el ex ministro fallecido, André Bettencourt, esposo de Liliane, que aún vivía en 2007, compartía sus ideas políticas.

Bruni y Sarkozy se fueron de viaje el lunes a Canadá, pero su abogado, Thierry Herzog, dijo que los allanamientos serán “actos inútiles”. Según el diario Le Monde, Herzog explicó que el 15 de junio mandó al juez a cargo de la causa “las copias certificadas de la agenda del Señor Sarkozy para el año 2007”. Herzog asegura que de esos documentos se desprende “la imposibilidad absoluta de supuestas ‘citas secretas’ con la señora Liliane Bettencourt” porque todos sus traslados se realizaron “bajo el control de los funcionarios de policía a cargo de su seguridad”. Agregó que ayer también le envió al magistrado los nombres de esos agentes para que puedan aportar su testimonio.

El ex mandatario será citado a declarar sobre este asunto ante la Justicia, y también en el marco de por lo menos dos investigaciones más. Una es la que indaga el pago de presuntas comisiones por ventas de naves de guerra a Pakistán y Arabia Saudita cuando Sarkozy era ministro de Presupuesto y vocero de la campaña del ex candidato a presidente Édouard Balladur. La Justicia intenta determinar si esa campaña fue financiada en parte por esas comisiones. El presidente también aparece involucrado en otra causa judicial, que investiga si intentó, mediante los Servicios de Inteligencia de Francia, descubrir las fuentes de periodistas del diario Le Monde que cubren el caso Bettencourt.