Tomó solo unos días que los líderes del Partido Colorado de Paraguay, que apoyaron al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) en el juicio político que destituyó al presidente Fernando Lugo y dejó en su lugar al liberal, Federico Franco, dejaran claro al gobierno que son opositores.

El precandidato presidencial colorado Horacio Cartes dijo que cuando uno ocupa el cargo de jefe de Estado “es para el bien de la Patria, no para privilegiar a un grupo de amigos”. Así se refirió a las acusaciones que surgieron en los últimos días por haber colocado a un primo al frente de la Secretaría de Acción Social, por publicar fotografías de su niñez y juventud en la página oficial de Presidencia -algunos hablaron de culto a la personalidad- y sobre todo por el nombramiento de su cuñada, Mirtha Vergara, en el Consejo de la represa binacional de Itaipú.

Los diarios paraguayos titularon y publicaron editoriales acusándolo de “nepotismo”, mientras que abogados cercanos a Lugo anunciaron una demanda legal por ese nombramiento, informó la agencia de noticias Efe.

El viernes, en conferencia de prensa, Franco dijo que el nombramiento de Vergara será “el único caso”. Reconoció que “crea sentimientos en la ciudadanía”, pero argumentó que su cuñada merecía el cargo como “desagravio” porque fue destituida en octubre de su puesto de embajadora en Uruguay y aseguró que será capaz de “representar al país” ante Brasil en Itaipú.

El Frente Guasú, que respalda a Lugo, denunció ayer que hubo un despido masivo de funcionarios públicos desde que asumió Franco -300 empleados de Itaipú entre ellos-, lo que calificó de “persecución política e ideológica”.

Franco también tuvo que aclarar que su “único enlace constitucional con el Congreso es el vicepresidente”, el liberal Óscar Denis, luego de que su esposa, la diputada Emilia Alfaro, se presentara ante sus colegas parlamentarios como el “nexo” con el Ejecutivo. Admitió que esa declaración podía ser interpretada como una “colisión” con la Constitución del país.

Otra precandidata colorada, la presidenta del partido, Lilián Samaniego, también marcó distancia con el gobierno: “Debemos entender que éste no es un gobierno nuevo, ni es un gobierno de unidad nacional, este gobierno empezó en 2008, tuvo una primera etapa que fracasó con Lugo y ahora una segunda etapa donde el presidente es Federico Franco”.

Aunque Franco insiste en su búsqueda de aliados, la mayoría de sus ministros son del PLRA. A la hora de votar por el nuevo vicepresidente los colorados ya habían mostrado su desacuerdo al abandonar el recinto, tanto en el Senado como en Diputados.

Según informó ayer el diario paraguayo La Nación, el diputado del PLRA Víctor Ríos Ojeda anunció que piensa impulsar un proyecto de ley para reglamentar el juicio político, en particular los plazos para preparar la defensa, y evitar que se repita la crisis que desató la destitución 
de Lugo.

Aunque el Ejecutivo destaca que no hay manifestaciones masivas en contra de la destitución de Lugo, el senador y precandidato a la presidencia por el partido Patria Querida, Miguel Carrizosa, tuvo que refugiarse en una iglesia y suspender su visita al barrio Tacumbú de Asunción. Los vecinos le gritaron “golpista”, “traidor” y le tiraron piedras, informó el diario ABC Color. Patria Querida apoyó el juicio político a Lugo y Carrizosa votó a favor de declararlo culpable de “mal desempeño de sus 
funciones”.