El juicio para determinar si existió un plan sistemático de robo de bebés durante la dictadura argentina (1976-1983) empezó en febrero de 2011. En la causa llamada “Plan Sistemático de Apropiación de Menores” se investigaron 35 casos que ocurrieron en varios centros clandestinos de detención. De esos niños y niñas apropiados, 26 recuperaron su identidad y 20 declararon ante la Justicia.

La presidenta del tribunal, María del Carmen Roqueta, leyó la sentencia antes de declarar la causa cerrada y dijo que el “robo de menores de diez años” fue una “práctica sistemática y generalizada de sustracción, retención y ocultamiento”.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 6 de Buenos Aires condenó a Videla a 50 años de cárcel y a Bignone a 15 por el robo de hijos de mujeres que estuvieron detenidas durante la dictadura.

El martes 26 de junio los dos acusados habían expresado sus últimas palabras ante el tribunal, y también lo hicieron el ex general Santiago Omar Riveros -que recibió ayer una sentencia a 20 años de prisión-, el ex almirante Antonio Vañek -también condenado a 20 años-, el ex capitán de la Marina Jorge Tigre Acosta -que recibió una pena de 30 años-, el ex médico obstetra del Hospital Naval Jorge Magnacco -sentenciado a 15 años- y el ex miembro de la Triple A y agente de inteligencia, además de apropiador ya condenado por otra causa, Eduardo Ruffo. Este último, que ese día dijo que se había arrepentido de haber brindado información sobre el paradero de Simón Riquelo, el hijo de la uruguaya Sara Méndez, ya que eso le había valido ser acusado, quedó absuelto.

Ayer, antes de que se anunciaran las sentencias, tuvieron la oportunidad de hablar por última vez el ex prefecto y apropiador Jorge Azic (condenado a 14 años) y el ex marino Rubén Franco, que quedó absuelto “por no haberse acreditado” los hechos de los que estaba acusado. También hablaron el ex capitán del Ejército Víctor Gallo y su ex esposa Susana Colombo, acusados de apropiarse de Francisco Madariaga, que fueron condenados a 15 y cinco años de cárcel, respectivamente. Madariaga cumplía ayer 35 años, según la fecha de nacimiento que eligió tras recuperar su identidad.

Durante el juicio había llamado la atención el cambio de actitud de Videla, que optó por hablar aunque negó la existencia de plan sistemático de robo de niños, como lo hizo el resto de los acusados. Se declaró inocente y calificó a los padres y las madres de personas apropiadas de “terroristas”. La Fiscalía había pedido 50 años de cárcel para él, Bignone y también para Acosta, Franco y Vañek, 30 años para Riveros, 25 para Azic y Gallo, 19 para Magnaco, 17 para Ruffo y 14 para Colombo, que acompañó a Madariaga a la sede de Abuelas de Plaza de Mayo para que pudiera recuperar su identidad hace tres años. La corte dará a conocer el 17 de setiembre los fundamentos de su sentencia.

Se estima que en total hubo 400 nacimientos en cautiverio durante la dictadura argentina y la organización Abuelas de Plaza de Mayo calcula que falta encontrar a 400 personas sustraídas cuando eran bebés. Además esperaba que la Justicia pudiera aportar datos para encontrar más nietos, pero no fue el caso.

El tribunal pidió a la presidenta argentina, Cristina Fernández, que “contemple la posibilidad” de financiar la “digitalización de la documentación reservada [de diversos centros de salud] en el marco de la investigación” de la causa “con el objeto de facilitar cualquier investigación judicial y resguardar ese material”. También propuso que los gobernadores de las provincias reciban instrucciones para hacer lo mismo en los centros sanitarios que están bajo su jurisdicción.

Abuelas de Plaza de Mayo había convocado una concentración ayer frente a los tribunales de Comodoro Py en Buenos Aires, donde el veredicto fue transmitido por pantalla gigante.