El gobierno paraguayo calificó de “ilegal” y “nulo de nulidad absoluta” el ingreso de Venezuela al Mercosur y también como “una grosera violación al Tratado de Asunción”. Además, envió al Congreso los documentos sobre este ingreso y sobre el Tratado de Ushuaia II, acordado en diciembre, para que decida si aprobarlos o rechazarlos. Se prevé que ambos serán rechazados, en particular el ingreso venezolano, que ya fue sometido a votación y recibió una respuesta negativa. Se estima que el jueves los documentos ingresarán al Senado.

El lunes el presidente Federico Franco aseguró que la incorporación de Venezuela al Mercosur “pretende darle un empuje” electoral al mandatario venezolano, Hugo Chávez. También durante el fin de semana se refirió al tema, en declaraciones al diario argentino La Nación. “El problema del Mercosur es Venezuela, no Paraguay”, dijo.

Su gobierno había anunciado antes, mediante un comunicado de la cancillería, que no reconocería ninguna de las decisiones que se tomaran en el Mercosur mientras que se mantuviera la suspensión de Paraguay. La decisión de suspenderlo se tomó el 29 de junio en una cumbre sin la presencia de autoridades de este país, después del juicio político contra Lugo, y en ese entonces se manifestó que se mantendría hasta las elecciones paraguayas, previstas para abril.

Especialistas de distintos tipos fueron consultados ayer por la prensa paraguaya, en especial aquellos que tachaban la decisión del Mercosur inválida por la suspensión de Paraguay, y la mayor parte se refirió a la inclusión de Venezuela por parte de Uruguay, Brasil y Argentina y no por parte del Mercosur. El diario de derecha ABC Color destacó que Venezuela no ratificó el tratado fundacional del Mercosur y recomendó a las naciones que firmen acuerdos políticos o comerciales “con gente como Dilma, Cristina y Pepe” que “se olviden de cualquier tipo de seguridad jurídica”. El titular de uno de los artículos era: “Fundan hoy el club de presidentes de izquierda y así hundirán al bloque”.