Los asaltos a dos supermercados ocurrieron el martes en Sevilla y Cádiz, y estuvieron a cargo de dos grupos de unos 200 miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores, alentados con un megáfono desde afuera de uno de esos centros comerciales por el dirigente sindical, diputado de Izquierda Unida en el Parlamento andaluz y alcalde de la localidad sevillana de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo.

“En este momento de crisis, cuando están expropiando al pueblo, queremos expropiar a los expropiadores, esto es, terratenientes, bancos y grandes superficies, que están ganando dinero en plena crisis económica”, justificó Sánchez Gordillo. Su papel fue distraer la atención de los vigilantes del supermercado Mercadona para que los sindicalistas pudieran dejar el local llevándose unos diez carros llenos de comida. El diputado argumentó que “la expropiación alimentaria es necesaria para que haya familias que puedan comer” y que este tipo de acciones se repetirán y tendrán como objetivos “la tierra, la banca y las grandes superficies”.

El político fue respaldado por sus correligionarios. El líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, declaró a ABC Punto Radio que el Código Penal “justifica” este tipo de acciones “en situaciones dramáticas” y que fue sólo un acto “simbólico” que se hizo “a las claras, con la cara al descubierto y no en beneficio propio”.

Las acciones en los supermercados también recibieron críticas, como la de la líder andaluza de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pilar Marín, quien calificó las acciones como “delictivas” y consideró que “no ayudan a solucionar los problemas que existen ni a cubrir los objetivos que se quiere cubrir, y menos si en esas acciones hay un diputado andaluz”. De todos modos, Marín dijo estar “sorprendida” por el “clamor” contra quienes llevaron adelante la medida y pidió que “el mismo clamor se refleje en contra de los llamados ladrones de cuello blanco”. El Sindicato Andaluz suele impulsar acciones más extremas que las de las grandes centrales sindicales -UGT y Comisiones Obreras-. Por ejemplo, ahora los andaluces están ocupando dos grandes terrenos en reclamo de que sean entregados a cooperativas de trabajadores.

José Antonio Griñán, titular del Partido Socialista Obrero Español y presidente de la Junta Andaluza -cargo que asumió gracias al respaldo parlamentario de Izquierda Unida-, se manifestó en su cuenta de Twitter “contra la barbaridad de que este diputado asalte supermercados”.

Una de las grandes superficies asaltadas, Mercadona, anunció que denunciaría el robo ante la Justicia y reivindicó su papel como creador de empleos en toda su cadena. Por otra parte, el supermercado Carrefour llegó a un acuerdo con los líderes sindicales y donó los 12 carros que se habían llevado con la condición de que fueran recogidos por representantes de los servicios sociales de tres ayuntamientos de la zona.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció que había orden de detención contra “los responsables” del asalto. “Todos somos conscientes de que la gente lo está pasando mal, pero el fin no justifica los medios”, señaló.

Sánchez Gordillo recibirá una citación judicial, indicó el diario español El País. A instancias de Fernández Díaz, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, pidió al fiscal general del Estado, Eduardo-Torres Dulce, que investigue de oficio si lo que hicieron fue un delito.

Consultada por Europa Press, la portavoz de la Unión Progresista de Fiscales, María Moretó, dijo que “aunque el fin pueda ser bueno, las vías no son las adecuadas” y señaló que existen otros métodos, como que las organizaciones pidan formalmente una donación a los supermercados. Además, precisó que el “hurto famélico” que se puede absolver es el realizado por quien “tiene hambre” y no por un dirigente que “no es el que pasa hambre”.

Tras conocerse estos pronunciamientos, Sánchez Gordillo aseguró que estaría “orgulloso de entrar en la cárcel una y mil veces por este motivo” y acusó al ministro del Interior de ser “un franquista y un fascista” por haber ordenado la detención de quienes participaron en los asaltos. Además, lamentó que con el gobierno del Partido Popular “hayan vuelto el franquismo y el terrorismo estatal a España”.