El mariscal Hussein Tantaui, que era el ministro de Defensa desde hacía 20 años, y además jefe de la Junta Militar que dirigió Egipto desde febrero de 2011, pasó a retiro ayer y ya asumió su sucesor. Así lo dispuso el presidente que asumió el 30 de junio, Mohamed Mursi. También ordenó jubilar al “número dos” de la cúpula militar y jefe de Estado Mayor del Ejército, Sami Anan. Ambos jerarcas militares retirados pasaron a ser asesores de la presidencia y recibieron condecoraciones.

También pasaron a retiro los jefes de la Armada, Mohab Mimesh, y de la Aviación, Reda Hafez. Los dos fueron nombrados en altos cargos del gobierno y la administración civil.

A este golpe para la cúpula militar se suma que, según informó el vocero de Mursi, Yaser Alí, también quedó anulada una enmienda a la Constitución provisoria, emitida por la Junta Militar horas después del cierre de las urnas el 17 de junio. Esa “declaración constitucional” establecía que el Poder Legislativo quedaba en manos de la Junta Militar hasta las próximos comicios parlamentarios, porque la Corte Suprema había declarado viciada por irregularidades la elección de un tercio de los diputados.

En el medio

La Fiscalía egipcia anunció ayer que el dueño del canal de televisión Al Farain (Los Faraones), Tewfik Okacha, y el jefe de la redacción, Islam Afifi, tienen prohibido abandonar Egipto porque son investigados por varias denuncias, entre ellas una por “insulto al presidente”, informó la agencia de noticias AFP. Ese canal es contrario a los Hermanos Musulmanes que están ahora en el poder, y está suspendido por un mes desde la semana pasada, luego de que Okacha -que también presenta un programa- fuera acusado de “llamar al asesinato del presidente Mursi y a derrocar el poder”. El sábado, la Justicia ordenó que se retiraran del mercado ejemplares del diario Al Dostour, denunciado por “ofensa al presidente” Mursi. Estas medidas motivaron protestas de medios de prensa contra los islamistas, a los que acusan de intentar controlar a la prensa.

Ayer Mursi anuló esa disposición mediante otra que despojó a la cúpula militar del poder legislativo, que fue atribuido al presidente. De este modo Mursi pasa a “gozar de todas las prerrogativas estipuladas en la cláusula 56” de la Constitución provisional, que estaban hasta ayer en manos de los militares, y esto incluye la de legislar, anunció Alí. El poder para designar la nueva Asamblea Constituyente -que debe elaborar la nueva Constitución- también quedó en manos del mandatario para el caso de que “algo que impida a la actual completar su trabajo”.

Ese “algo” podría estar relacionado con el hecho de que esa asamblea fue designada por un Parlamento que luego fue declarado ilegítimo por la Justicia, lo que en su momento puso en duda también la legitimidad del órgano encargado de redactar una constitución. Está previsto celebrar nuevas elecciones legislativas 60 días después de que ese texto haya sido aprobado por los egipcios en un referendo.

Además, ayer asumió como vicepresidente el juez Mahmud Mekki. Es la segunda vez que ese cargo es implementado en más de 30 años. El primero en ocuparlo, en plena revuelta popular contra Mubarak en febrero de 2011, fue Omar Suleiman, el jefe de Inteligencia egipcio, destacó la agencia de noticias AFP. Mekki es un magistrado conocido por haber integrado un movimiento de jueces contra el fraude en los comicios presidenciales de 2005, en los que resultó ganador Mubarak.

Mursi es el primer civil que asume la presidencia en Egipto desde que cayó la monarquía en 1952, y las decisiones que tomó ayer muestran un claro golpe de timón en la dirección del poder civil.