“Paraguay se encuentra en una difícil situación internacional creada por sus vecinos, integrantes del Mercosur y Unasur”, dijo Franco en su discurso ante la asamblea de la ONU. Declaró que “en violación de tratados internacionales, estos países han pretendido erigirse en tutores de la democracia paraguaya, dejando de lado el principio de no intervención consagrado en nuestra carta de las Naciones Unidas”. Denunció que tanto el Mercosur como la Unasur adoptaron “sanciones” contra su país “sin permitirle ejercer el derecho a la defensa”.

Un cuestionamiento similar se le ha hecho al juicio político que destituyó el 22 de junio al presidente Fernando Lugo, quien calificó el proceso de “golpe de Estado express”. Pero de esa crítica no habló el actual gobernante.

En cambio, argumentó que Lugo fue destituido porque el Congreso paraguayo “buscaba poner término a una crisis política de gran envergadura que se cernía sobre la Nación”, después del desalojo de campesinos en Curuguaty, que terminó con 17 muertos, 11 sin tierra y seis policías. Añadió que la destitución fue aprobada por unanimidad por el Congreso, amparado en la figura del juicio político que prevé la Constitución. También defendió como constitucional su asunción al cargo, por su calidad de vicepresidente en el momento de la destitución.

Añadió que su país sufrió varias veces a lo largo de su historia la “actitud soberbia” y “la injerencia” de sus vecinos. “De la memoria de mi pueblo aún no se borra el holocausto de la Guerra de la Triple Alianza [1865-1870], resultado de una injustificable coalición, que diezmó su población y destruyó su economía”, dijo Franco. “Paraguay jamás aceptará la intervención en sus asuntos internos por parte de potencias extranjeras”, aseguró ante la asamblea.

El gobernante también señaló que Paraguay, a diferencia de sus vecinos, no ha cometido “ni una sola violación de sus pactos” internacionales y que con las elecciones de abril y la asunción de nuevas autoridades quedará ratificado que la democracia está vigente en su país. Aseguró que trabajará para que esas elecciones sean “pacíficas, transparentes y ejemplares”.

Resistencias

Está previsto que representantes del Congreso paraguayo se reúnan hoy en Montevideo con la Junta Directiva del Parlamento Latinoamericano para exponer sus argumentos con el objetivo de evitar que su país sea suspendido de esa institución en noviembre. La Junta resolvió el 3 de agosto en una reunión en Ecuador sugerir esa suspensión por lo ocurrido el 22 de junio.

Los cuestionamientos al proceso de destitución de Lugo llegaron también al centro de Nueva York. Momentos antes de que Franco pronunciara su discurso, manifestantes se reu-nieron cerca de la sede de la ONU con pancartas que mostraban consignas en español y en inglés: “No al golpe de Estado en Paraguay”, “Franco golpista”, “Monsanto salí de Paraguay” y “Paraguay resiste, dictadura nunca más”.

El enviado del diario Última Hora a Nueva York, Roberto Santander, señaló que en Paraguay, “en casi todos los actos y conmemoraciones oficiales, el primero del Ejecutivo es escrachado públicamente” y que esta vez, en su visita a Nueva York, la situación “no fue diferente”. Señaló también que los manifestantes se identificaban con el movimiento luguista Paraguay Resiste.

Regreso a Curuguaty

Mientras se esperaba el discurso de Franco, en Paraguay las autoridades daban la noticia de la detención de un dirigente campesino, Rubén Villalba, prófugo desde el 15 de junio, considerado uno de los responsables de lo ocurrido ese día en Curuguaty. Sin embargo, según la agencia de noticias estatal IP Paraguay, se lo acusa de liderar la ocupación y de llamar a resistir el desalojo, y no de un acto de violencia específico.

La Policía lo detuvo en un área boscosa de la localidad de Brítez Cué, en el departamento de San Pedro, “sin posibilidades de oponer resistencia”, informó la agencia. Al enterarse del arresto, Franco dijo: “Buen trabajo de la Policía Nacional con la captura de Rubén Villalba. Que la Justicia continúe el trabajo. Este caso es prioridad”.

Las palabras de Villalba, al ser trasladado a Asunción para ser encarcelado en un pabellón de presos de alta peligrosidad, fueron: “Soy inocente. Viva el Paraguay”.