Siete candidatos, además del presidente Correa, entraron en campaña el viernes para alcanzar la presidencia de Ecuador el 17 de febrero. Pero el mandatario tiene una amplia ventaja sobre sus opositores según los sondeos de intención de voto, que le dan un respaldo cercano a 60%.

A pesar de esos números, Correa pidió en noviembre a Alianza PAIS evitar los “triunfalismos” y hacer campaña como si no tuvieran ni un voto, para difundir el programa de gobierno en su siguiente mandato y ganar las elecciones. Ese plan oficialista tiene diez ejes, cinco de ellos ya incluidos en los planes del gobierno para el mandato que termina.

Entre las novedades está la llamada “revolución del conocimiento”, informó el canal Telesur. En ese rubro Correa estimó que hace falta “ser mucho más audaces” para no “seguir siendo dependientes y esclavos”. También se propone impulsar una “revolución urbana” para luchar contra las ocupaciones y el tráfico de tierras, que el presidente considera uno de los “problemas más graves” porque “ha hecho más pobres a los pobres”. El programa también se refiere a una “revolución cultural”, porque “la alineación cultural es otra forma de dominación” y entiende que hay que promover “los valores culturales” ecuatorianos.

Además, Correa propone continuar la “revolución constitucional y democrática porque a pesar de que el país tiene una nueva constitución “faltan muchas leyes”.

Respecto a la “revolución económica-productiva del trabajo”, ya en marcha, el candidato a la reelección entiende que si bien se desmontó el “aparataje neoliberal”, falta avanzar en la “diversificación productiva” y hacer cambios en “el modelo de acumulación productiva”.

Correa también prometió “rescatar” derechos que, estima, a los ecuatorianos les “han robado”, en referencia a la vivienda, la educación y las oportunidades. También prometió profundizar la lucha contra la corrupción y cuestionó a la prensa y “la oposición mediocre”. Por otro lado, pretende seguir trabajando en “la soberanía, dignidad y unidad” de Ecuador y de la región, cuidar el medioambiente y terminar de sacar a la Justicia de “la garras de la partidocracia”.

Mientras otros candidatos multiplican sus guiñadas a los pueblos indígenas, Correa no hizo ninguna mención a ellos al lanzar su candidatura. Un sector de esas comunidades se alejó del oficialismo y apoya a otro candidato, el único opositor de izquierda, el economista y ex oficialista Alberto Acosta. Algunos grupos indígenas entienden que el presidente no cumplió con las promesas de defender sus derechos. Tampoco habló Correa acerca de la reforma agraria, en un país en el que gran parte de la tierra está en pocas manos.

Vice en cuestión

La Asamblea Nacional aprobó el miércoles, de manera casi unánime, el pedido de licencia de Correa, que podrá dedicarse en pleno a la campaña electoral, algo que hará desde el 14 de enero hasta el día de las elecciones, el 17 de febrero. Mientras tanto, el vicepresidente Lenin Moreno, que no quiso presentarse a otro mandato, quedará al frente del país.

Moreno ya sustituye al mandatario en la conducción del programa semanal de televisión Enlaces ciudadanos, que Correa conduce en el canal público Ecuador TV. El presidente abandonó esas apariciones públicas que, en opinión de la oposición, eran en alguna medida una plataforma de campaña.

También recibió cuestionamientos el candidato a suceder a Moreno en el cargo de vice, el ingeniero eléctrico Jorge Glass. La oposición lo acusa de haber cometido plagio en la tesis que le permitió obtener su título en una prestigiosa escuela politécnica del país. El legislador opositor de izquierda, Jorge Escala pidió que se anule el título de Glass por haber copiado su investigación de portales como El rincón del vago y Monografias.com. En respuesta, Glass dijo que no permitirá que “manchen su nombre” con esas “insinuaciones” y amenazó con presentar una denuncia ante la Justicia.

Las acusaciones de plagio surgieron poco después del escándalo desatado por la falsificación del título de economista del ex jefe del Banco Central, Pedro Delgado, primo de Correa. En diciembre, Delgado admitió la estafa y renunció al cargo. Ahora es investigado por la Fiscalía -que pidió para él prisión preventiva- y debe declarar el 10 de enero, pero está en Miami y manifestó que no tiene intenciones de volver a su país. El jueves se supo que Estados Unidos le revocó el visado a pedido de Quito, pero su abogado Juan Carlos Carmigniani comunicó que está tramitando un nuevo visado. Si el ex funcionario no vuelve por su voluntad, el gobierno de Ecuador no descarta pedir su extradición, según informó el diario local El Universo.

Rivales para Correa

El candidato a la presidencia que llega segundo en las encuestas, el ex banquero de centroderecha Guillermo Lasso, apenas alcanza 11% de apoyo y su intención de voto bajó desde noviembre. Los otros candidatos confirmados son el ex presidente Lucio Gutiérrez (2003-2005); el ex oficialista Acosta; el multimillonario del sector bananero Alvaro Noboa; el pastor evangélico Nelson Zabala; y los independientes Norman Wray y Mauricio Rodas. La candidatura de otro ex presidente, Abdalá Bucaram (1996-1997), que fue destituido por el Parlamento y está exiliado en Panamá, no fue aceptada por el Consejo Nacional Electoral, porque no se inscribió en persona.

Los 11,6 millones de ecuatorianos deberán elegir en febrero, además de la fórmula presidencial, 137 legisladores de la Asamblea Nacional y cinco del Parlamento Andino.