El Pueblo de la Libertad (PdL), el partido de Silvio Berlusconi, logró formar una alianza con la ultraderechista Liga Norte, con la que ya gobernó, pero que se mostraba reacia a apoyar un regreso del ex primer ministro en las elecciones del 24 y 25 de febrero. “Habemus papam”, anunció ayer el propio Berlusconi. La alianza se consiguió después de que el PdL se comprometiera a respaldar al líder de la Liga Norte, Roberto Maroni, en su candidatura a gobernador de la región de Lombardía.

Sin embargo, la formación de ultraderecha impuso como condición que Il Cavaliere no sea el candidato a primer ministro, y Berlusconi señaló que esto se decidirá si ganan. “Pienso que el secretario del PdL, Angelino Alfano, podría ser el futuro primer ministro y yo podría ser ministro de Economía”, apuntó Berlusconi, en referencia al ex ministro de Justicia, declarado su sucesor dos años atrás.

Sin embargo, el ex primer ministro no está dispuesto a abandonar el liderazgo: “Seré el jefe de la coalición y decidiré con los otros partidos que la integran, en caso de victoria, quién es el candidato”.

Una encuesta dada a conocer el domingo indicó que la alianza podría alcanzar el 28% de los votos, mientras que el favorito para ganar los comicios, el izquierdista Partido Democrático, superaría el 30%. La tercera fuerza para estas elecciones sería la de centro, liderada por el saliente primer ministro, Mario Monti, que no puede ser candidato debido a su cargo de senador vitalicio, pero una vez que pasen las elecciones, cuando el Parlamento elija al primer ministro, sí puede considerar su nombre para liderar el futuro gobierno.

Este es uno de los escenarios más probables si ninguno de los partidos pega un gran salto en votos. La ley electoral italiana otorga una mayoría del 55% de los escaños de la Cámara de Diputados al partido que gane las elecciones para esa cámara, pero en el Senado las normas son distintas. Cada región tiene sus senadores que la representan, y la formación que gana en cada una de ellas es la que se lleva el 55% de los escaños que le corresponden. Así, por ejemplo, si la Liga Norte gana Lombardía -lo que es muy probable, según los sondeos- se llevará la mayoría de esos escaños.

Gracias a estas normas electorales el Partido Democrático probablemente alcance la mayoría en Diputados pero no en el Senado, y esto lo empujaría a buscar una alianza con el centro, que respalda la virtual candidatura de Monti.